Cuando siento que Dios está lejos

Querido diario: 

Hoy volví a abrir mi Biblia. Hace mucho tiempo que no lo hacía, y para ser sincera, no recuerdo exactamente la última vez que la leí. He estado tan ocupada. Los exámenes finales llegaron como un parpadeo (al menos así lo sentí) y aún así no obtuve buenas notas. Con esto y las situaciones difíciles con mi familia y amistades, no me había tomado el tiempo, y para ser honesta, tampoco me daban muchas ganas. A veces oro, ya sabes, por los alimentos o cuando presento un examen. Incluso el miércoles pasado oré en la reunión de oración de la iglesia. También ese día que mis padres discutieron y decidieron separarse, le pedí a Dios que no lo permitiera, pero hasta ahora las cosas han empeorado. No entiendo por qué no me escucha, lo siento tan lejos. ¿No se supone que Dios me ama? Si me ama, entonces ¿por qué permite todas estas cosas en mi vida? ¡Lo siento tan lejos! ¿Acaso se olvidó de mí? ¿Acaso Dios se alejó de mí? ¿Por qué no siento que Dios está conmigo? Quiero recurrir a Él, pero cuando lo hago, no me responde. Ya no sé qué más hacer, no sé si darme por vencida y dejar la Biblia donde la encontré o seguir intentando. ¿Qué diferencia hace?

Dios NO se aleja de nosotras

Si alguna vez has sentido que Dios está lejos, déjame decirte que no eres la única. Este podría ser el diario de muchas de nosotras. Este fue el diario del rey David, quien dejó escrito este sentir en muchos de sus salmos (Salmos 10:1, 22:1,11,19, 35:22, 38:21). 

El rey David describe en muchas ocasiones el sentimiento de lejanía de Dios. Algunas veces en forma de pregunta, otras veces en forma de ruego, así que este no es un sentimiento extraño. Este es un sentimiento real, pero no significa que sea verdad.

Primero que nada, me gustaría decirte que Dios no se aleja de nosotras. En ocasiones Él se distancia de nosotras y guarda silencio con el propósito de que dependamos de Él, (así como con el pueblo de Israel) pero si somos sus hijas, Él no nos abandona (Salmos 94:14).

¿Recuerdas lo que Adán y Eva hicieron después de desobedecer a Dios comiendo del fruto prohibido?Así es, ¡se escondieron! Se alejaron de Dios. ¿Y recuerdas lo que hizo Dios? ¡Él los buscó! 

Dios no se aleja de nosotras, somos nosotras quienes nos alejamos de Él. Su voluntad es que nos acerquemos a Él. 

«De uno solo, Dios hizo todas las naciones del mundo para que habitaran sobre toda la superficie de la tierra…para que buscaran a Dios, y de alguna manera, palpando, lo hallen, aunque Él no está lejos de ninguno de nosotros.Porque en Él vivimos, nos movemos y existimos…».  Hechos 17:26-28

Lo que nos aleja de Dios

El pecado

El pecado nos aleja de Dios. Adán y Eva tenían una relación hermosa con Dios. Ellos caminaban con Él y Dios disfrutaba estar con ellos. Puedo imaginarlos alabando con gratitud a Dios y expresando todo lo que sentían. Pero cuando pecaron, esa relación se fracturó. Ellos ya no podían estar cerca de Dios. Pasa lo mismo con nosotras; cuando pecamos, cuando desobedecemos a Dios y nos vemos envueltas en una bola de nieve de pecado, nos alejamos de Él. El pecado nos impide acercarnos a Dios porque Él es santo y no admite pecado en Su presencia. Es por eso que Dios diseñó este hermoso plan de salvación en el cual Su hijo Jesús cargó nuestro pecado y ocupó nuestro lugar en la cruz. Así que, solo por medio de Él podemos entrar confiadamente al trono de la gracia de Dios y tener una relación y comunión con Él. 

Las distracciones

Otra de las cosas que nos alejan de Dios son las distracciones. ¡Cuánto luchó con esto! Muchas veces me he encontrado en el celular, en las redes, en Netflix. Y para cuando me detengo a pensar, me acuerdo que han pasado días, incluso semanas, sin buscar a Dios. Y eso definitivamente nos aleja, nos enfría y quita nuestra mente de la Palabra de Dios.

¡Estar en este mundo no es nada fácil! Las distracciones de hoy en día nos impiden venir a la presencia de Dios. Pero tenemos que disciplinar nuestra carne y ser muy intencionales para sentarnos y pasar un tiempo con el Señor. 

Estas distracciones pueden convertirse en ídolos del corazón. En Hechos 17, Pablo les hace esta observación a los atenienses. Ellos tenían tantos ídolos y dioses que no les permitían ver al verdadero «Dios no conocido». Y nosotras muchas veces somos como los atenienses, preferimos irnos tras las distracciones en lugar de ir tras el Dios verdadero. Y cuando acordamos, estamos tan lejos de Dios, que ya no podemos escuchar Su voz.

Satanás

Desde el Edén, Satanás ha intentado alejar al ser humano de Dios. Lo hizo con Adán y Eva, y lo sigue intentando hasta hoy. Sabemos que nuestro «adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar» (1 Pd. 5:8).

Satanás no está quieto, él intenta por todas las formas alejarnos de Dios. Ya sea utilizando las mismas distracciones, sembrando mentiras en nuestra mente o por medio de otras personas. Ese es uno de sus objetivos más grandes: debilitarnos, que los cristianos abandonemos nuestra posición de batalla. Él sabe que separadas de Dios no podemos hacer nada. Somos presa fácil. A él le conviene que estemos lejos de Dios. Cuando nosotras estamos lejos de Dios, no hacemos nada por el Reino, no estamos activas en Su servicio. No estamos activas en la batalla contra él. Estamos desarmadas, y eso es lo único que Satanás necesita para tumbarnos. Así que no le demos el gusto. No seamos presa fácil. 

«Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura».

-Hebreos 10:22

Dios desea estar cerca de nosotras, para eso Él nos creó, para que podamos buscarle y tener una relación con Él; para que podamos glorificar Su nombre, reconocerlo, amarlo y alabarlo por siempre. Tenemos la promesa de que aquellos que buscan a Dios no serán abandonados (Salmo 9:10). Así que, no tengas miedo de acercarte a Dios. 

  • Si has pecado, confiesa tu pecado y arrepiéntete. 
  • Si las distracciones te han alejado, pide perdón al Señor por darle gusto a tu carne y pídele que te ayude a ejercer el dominio propio. Sé intencional para disciplinar tu carne. 
  • Si las distracciones se han convertido en un ídolo, arrepiéntete de tu idolatría y vuelve al único y verdadero Dios. 
  • Recuerda que Satanás está esperando a que te alejes. ¡No dejes que te derribe! Pídele a Dios que te vista de Su armadura para que puedas resistir los ataques del diablo. 

Queridas amigas, Dios sabe que no somos perfectas, Él sabe que somos polvo, que nos equivocamos. Puedes descansar en que si te acercas confiadamente, sin miedo, creyendo que Él te perdona, te dará la gracia para continuar por este camino. Puede que hoy sientas que Dios está muy lejos de ti, pero quiero recordarte que Jesús ya venció esa distancia en la cruz, ya no hay un velo de separación y ahora podemos tener acceso al Padre, quien nos recibe como a Su hijo, con brazos abiertos.

Ayúdanos a llegar a otras

Como ministerio nos esforzamos por hacer publicaciones de calidad que te ayuden a caminar con Cristo. Si hoy la autora te ha ayudado o motivado, ¿considerarías hacer una donación para apoyar nuestro blog de Joven Verdadera?

Donar $3

Sobre el autor

Natalia Tello

Natalia Tello

Natalia Tello de Martínez es originaria de la ciudad de Monterrey, México. Actualmente vive en la ciudad de Torreón con su esposo Agustín con quien está casada desde el 2012. Sirve en su iglesia local en el ministerio de alabanza … leer más …

¡Hey chicas! Nos encanta escuchar de ustedes, pero nos sentimos limitadas por las formas en que podemos ayudarlas.

Si buscas consejo te animamos a hablar primero con tu pastor o una mujer piadosa en tu vida, ya que ellos sabrán más detalles de ti y te darán seguimiento y ayuda.Lo publicado en la sección de comentarios no necesariamente refleja el punto de vista de Aviva Nuestros Corazones.

Nos reservamos el derecho de remover opiniones que puedan no ser de ayuda o inapropiadas. Puede ser que editemos o removamos tu comentario si: * Requiere o contiene información personal como emails, direcciones, teléfonos. *Ataca a otras lectoras. * Utiliza lenguaje vulgar o profano.


Únete a la conversación