Inscríbete en el Campo de Entrenamiento Marital

He tenido el privilegio de acompañar a mi esposo (y a varias parejas de novios) durante muchas horas de consejería prematrimonial a lo largo de los últimos 10 años. Hemos llorado, reído, conversado, y compartido nuestra propia historia, y las verdades de la Palabra de Dios, con la esperanza de ayudarles a los novios a prepararse adecuadamente para el gran reto que les enfrenta al unir sus vidas. En algunos casos, hemos vuelto a conversar, llorar, y orar con ellos después de casados cuando se dan cuenta de que no estábamos exagerando—el matrimonio es una de las mayores bendiciones y uno de los mayores retos que cualquier persona puede tener en su vida.

Muchas veces en mi propio matrimonio, o al hablar con las jóvenes que están a punto de casarse, me he preguntado lo siguiente: ¿por qué no aprendimos estas cosas antes de casarnos? ¿Por qué carecemos tanto de aquellas cualidades que son necesarias para un buen matrimonio? De haber entendido lo difícil que sería, ¡me hubiera preparado más!

¿Me permites sugerirte, querida joven, que te inscribas en el “Campamento de Entrenamiento Marital” desde ya? Tengas 12, 22, o 32 años, la gran mayoría de las jóvenes solteras que leen este blog un día llegarán a casarse. La persona que eres hoy, mañana, la próxima semana, y el próximo año… es la persona que serás cuando llegues a casarte. No existe un acontecimiento mágico y repentino el día que te pones tu vestido blanco. No habrá un encantamiento en tu velo de novia que te convertirá en una esposa perfecta. Tu corazón engañoso y egoísta, tus pecados secretos y viciosos, tu carácter y personalidad… todo esto te lo llevas al matrimonio. Pero estoy convencida de que es posible empezar a construir un futuro matrimonio sano antes, incluso, de conocer a la persona con quien te vas a casar.

¿Cómo puedes invertir en tu futuro matrimonio, a la vez siendo de bendición a las personas a tu alrededor?

Entrénate a amar bíblicamente

Tito 2 manda a las hermanas de la iglesia que tienen años de experiencia en el matrimonio a enseñar a las esposas jóvenes a amar a sus esposos. Si tienes novio, o estás comprometida para casarte, seguramente no piensas que necesitas aprender a amar. ¡Tú estás enamorada! Pero esto es precisamente el problema. Necesitas aprender a amar de la manera que se requiere en el matrimonio a largo plazo, cuando se disipan las emociones. El amor bíblico es un amor sufrido, sacrificial, desinteresado, humilde, paciente, sin celos, sin envidia, sin condiciones, sin límites (1 Cor. 13). Es imposible amar así a menos que conozcamos el amor de Cristo para nosotras. Debemos amar a otros como Cristo nos amó sobre la cruz. Esto sólo es posible caminando diariamente con Dios, y con años de práctica.

¿Tienes hermanitos molestosos, un padre impaciente, una madre estresada, primos perezosos, vecinos desconsiderados, compañeros groseros, amigas criticonas, líderes orgullosos, hermanos de tu iglesia que son exigentes? Te voy a adelantar un secreto… ¡¡¡tu futuro esposo será un pecador que luchará con muchos de estos mismos pecados!!! La mejor manera de entrenarte para amar sacrificialmente a tu esposo en un futuro es empezar a practicar, con la ayuda del Señor, el amor bíblico y desinteresado hacia las personas a tu alrededor en este preciso momento. La Biblia abunda con enseñanza sobre el verdadero amor. Te animo a hacer un estudio personal de los pasajes bíblicos sobre el amor.

Además del amor sacrificial, creo que hay un requisito bíblico más que es muy difícil para la mujer, y que requiere mucho esfuerzo:

Entrénate a someterte

En Efesios 5, encontramos el pasaje más conocido sobre el matrimonio en toda la Biblia. Es la más clara y completa descripción de los roles en la familia y cómo se deben llevar a cabo. Ahí encontramos el mandamiento principal que Dios da a la esposa. Creo que ya sabes cuál es, ¿verdad? “Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor” (Ef. 5:22). Y la actitud correcta con la que debe someterse: “la mujer respete a su marido” (Ef. 5:33).

En medio de todo eso sobre el matrimonio, ¿notaste una frase especial? “Así como la iglesia está sujeta a Cristo”. Y si retrocedemos un poco a Efesios 5:21, vemos que todos los creyentes en cierto sentido deben someterse “unos a otros en el temor de Cristo”. Podríamos citar otros pasajes sobre la sumisión a pastores, gobernantes, y autoridades en general. La sumisión es una cualidad fundamental en la vida de cada creyente: sumisión completa a Dios y Su Palabra, sumisión a autoridades humanas, y sumisión mutua de deseos y preferencias propias entre hermanos en Cristo.

¿Crees que una joven que no somete sus planes y sueños voluntariamente a Dios podrá someterse en un futuro a su esposo? ¿Una joven que no obedece y respeta a su padre podrá someterse a su esposo? ¿La que busca la manera de esquivar el reglamento de la escuela, o no quiere escuchar los consejos de sus líderes de jóvenes, se someterá a un esposo y dejará que la guíe? Estás en el Campamento de Entrenamiento cada día en tu casa, tu escuela, tu lugar de trabajo, y tu iglesia. ¿Te estás sometiendo al proceso y a las personas que Dios ha puesto en tu vida en este tiempo? Si no es así, difícilmente podrás cumplir tu rol como esposa bíblica en 1 o 5 o 10 años.

Creo que te habrás dado cuenta de que el amor y la sumisión no son exclusivos al matrimonio. De hecho, aunque nunca te llegaras a casar, el desarrollo constante de estas cualidades contribuirá a cada relación en tu vida. Te harán un instrumento más útil en las manos de Dios, y te acercarán a Dios diariamente. ¡Inscríbete en el Campo de Entrenamiento Marital! Comprométete a crecer en amor y sumisión.

Nuestras hermanas de Mujer Verdadera conversaron sobre estos dos temas ayer. Te dejamos la conversación para escuchar:

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Sobre el autor

Susi Bixby

Susi Bixby

Tiene 21 años de casada con Mateo, y ama a sus tres regalos de Dios: Aaron, Ana y David. Deseando vivir el diseño de Dios para su vida, dedica la mayor parte de su energía a su familia. Es esposa … leer más …

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