DÍA 5
Cuando pienso en un viaje, nunca me imagino sola disfrutando del paisaje o la comida, siempre veo a mi familia sentada conmigo. Eso hace el viaje toda una experiencia diferente, es cierto, también le agrega estrés o conflicto, pero no tendría sentido en soledad.
El Señor nos adoptó como parte de su familia, así que no vamos en este recorrido solas. Estamos rodeados de hermanos que, como nosotros, se sienten perdidos y confundidos. Que como nosotros necesitan exhortación, aliento, amonestación e instrucción. No pretendas hacer este viaje sola. Tu familia de la fe es parte del plan maravilloso del Señor, es un regalo que, aunque a veces no resulte tan fácil de abrir, está diseñado para formar nuestro carácter y llevarnos a buen puerto.
El Nuevo Testamento está lleno de frases como «los unos a los otros».
Busca en estos versículos y encuentra por lo menos 3 de ellos:
- Marcos 9:50
- Juan 13:34
- Romanos 12:16
- 1 Corintios 12:25
- Gálatas 6:2
- Efesios 4:32
- Colosenses 3:13
- 1 Pedro 4:9
Con esta lista en mano, pídele al Señor que te muestre en la vida de quién necesita que tu seas ese otro y proponte esta semana encontrar una ocasión para demostrárselo.
Espero que este pequeño viaje por las páginas de la Biblia te ayude a recordar que por hermosas o tristes que sean tus circunstancias en este momento, tu verdadero hogar espera. Que el descubrir tu verdadera identidad, esta se convierta en un escudo que te cubra en este mundo lleno de dolor y en guerra y que la certeza de que tu Salvador obtuvo la victoria por ti en esa cruz llene de paz tu corazón. Revisa tu equipaje, quita de allí lo que esté de más, disfruta la compañía y sigue con gozo y esperanza tu viaje de camino al hogar celestial.
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