En 1 Samuel 17, el joven pastor David estaba listo para enfrentar valientemente al colosal enemigo de Israel, Goliat. Lo último que quería era verse obstaculizado por usar la inadecuada armadura y espada de Saúl. David sabía que no tendría éxito en su misión si confiaba en las armas equivocadas. De la misma manera, cuando enfrentamos a un adversario feroz como Satanás, necesitamos el arma correcta: la espada divina de la Verdad.
Satanás lucha por nuestros corazones y nuestras mentes a través del engaño. No te engañes... sus mentiras son estratégicas y poderosas. Pero hay algo mucho más poderoso. Algo que aplasta el arsenal de mentiras de Satanás: la verdad.
¿Qué tan poderosa es la verdad de Dios?
La verdad tiene el poder de derrotar cada mentira.
"Porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; destruyendo todo argumento y razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo" (2 Corintios 10:4-5).
La Verdad tiene el poder de liberarnos.
“Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres…Así que, si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres” (Juan 8:31-32, 36).
La Verdad tiene el poder de santificarnos.
"Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad "(Juan 17:17).
“¿Cómo puede el joven guardar puro su camino?Guardando tupalabra” (Salmo 119: 9).
El poder de la Verdad es precisamente lo que el enemigo quiere ocultarte. Mientras creas sus mentiras, él puede mantenerte en cautiverio. Pero una vez que conoces la Verdad y empiezas a creer y actuar sobre ella, las puertas de la prisión se abrirán y serás libre.
Este último paso en el camino hacia la libertad es muy importante. Si hemos escuchado, meditado, creído y actuado sobre mentiras; debemos comenzar a escuchar, meditar, creer y actuar sobre la Verdad.
Cada mentira debe ser contrarrestada con la Verdad. Así es como podemos pasar de la esclavitud espiritual a la verdadera libertad, por el insuperable poder del Espíritu de Dios.
Hazlo personal:
Aconseja a tu corazón con la verdad de Dios para destruir las mentiras de Satanás. Ora para que el Espíritu Santo limpie tu corazón, purifique tu mente y te lave en la Palabra. Deléitate sabiendo esto, "El Señor está cerca de todos los que le invocan, de todos los que le invocan en verdad" (Salmo 145:18).
La verdad de hoy:
1ra de Juan 4:4 dice “Hijos míos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo.”
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