Nancy Leigh DeMoss: Pasamos tanto tiempo tratando de “arreglar” a las otras personas.
“Por años he tratado de cambiar a mi marido. Siempre estoy detrás de él…”
Nancy: Estoy convencida de que si pasáramos una buena parte del tiempo en la oración, probablemente veríamos mucho más y mejores resultados.
“Tan pronto empecé a orar por mi esposo, empecé a ver cambios.”
Nancy: Muchas de nosotras vivimos en el mundo de lo natural. Solamente hemos podido ver nuestra habilidad natural y lo que nuestros propios esfuerzos pueden lograr. Pero el mundo de lo sobrenatural es mucho más importante. Es por esto que la oración es la forma mas efectiva para abordar un problema.
Quizás te hayas visto tratando de cambiar a un compañero(a) de trabajo, a tu esposo o a tus hijos. ¿Te ha funcionado? ¿Qué tal si dejas que Dios trabaje en ellos en lugar de hacerlo tú?
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