Me desperté hace unos días con las letras de la canción que dice:
“Oh Dios eterno, Tu misericordia ni una sombra de duda tendrá, Tu compasión y bondad nunca falla y por los siglos el mismo serás. ¡Oh Tu fidelidad, oh tu fidelidad! cada momento la veo en mí nada me falta pues todo provees grande Señor es Tu fidelidad.”
Al transcurrir la mañana, no imaginaba cuán útil serían estas palabras. Pasaban las
horas, los niños terminaban sus exámenes, y cada quien realizaba sus labores. Pero en
este día en particular al llegar el mediodía comenzaba a ver cómo la carga de trabajo
se amontonaba y cada vez estaba más cansada. Al movilizarme de un lugar a otro,
venía a mi mente este himno y recordaba ̈...Su bondad nunca falla... ̈ así que seguía
adelante. Pero resulta que justo cuando me despedía para salir escuché a la secretaria
cantar con mucho gozo la misma canción y le comenté que estábamos sincronizadas.
En ese momento ella me contestó: ̈Es que Grande es Su fidelidad ̈.
Las letras seguían retumbando en mí, y a su vez, el cansancio del día aumentaba. Al
llegar la tarde me tocó trabajar con un niño con discapacidad visual. Al verlo, tomé
su mano y mientras la acariciaba, lo dirigía hacia nuestro destino. Todo el camino
le contaba lo que hacíamos hasta llegar al lugar. El niño, al principio inseguro, se
aproximaba a sostenerme la mano y con más confianza caminaba hacia nuestro lugar
de trabajo. Fue en ese momento que comprendí cómo Dios había estado ministrando
mi vida desde que desperté. Él conocía cuán agotada estaría y desde mi levantar me
concedió palabras de ánimo. Sin embargo, mientras pasaba la mañana, mientras el
trabajo se amontonaba y el calor incrementaba, podía sentirme como aquel niño no
vidente, insegura de cómo completaría mis asignaciones del día mientras lidiaba
con el cansancio. Pero en esos precisos instantes, Dios siempre tomaba mi mano con
ternura y amor, me fortalecía, recordándome que en todo momento Él provee, incluso
las fuerzas para concluir mi día. ¿Has podido ver en tu vida esos detalles de amor y bondad de Dios?
Dios está pendiente de cada pormenor de nuestras vidas, pasados, presentes y
futuros.
"Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. "1 Corintios 2:9
¿No sientes esperanza, tranquilidad y gozo al leer esto?...A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; mi carne también reposará confiadamente. ̈ Salmos 16:8-9 Y es por esto que podemos cantar con gozo las letras de este himno, porque ̈Siempre Él es bueno, siempre Él es fiel ̈.
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