Cuéntale sobre el estado natural del ser humano, conversa sobre el pecado y la necesidad de un Salvador. (Pr 22:6)
Trata de ser paciente cuando enseñe para que no se desalienten. (Col.3:21)
Dispón de una Biblia, un cuaderno y colores. Una Biblia con ilustraciones es útil para captar su atención.
Habla de las verdades de la Palabra de Dios. Busca tener una conversación responsable, lo que le está enseñando no son fábulas sino realidades.
Si el niño sabe escribir puede escoger un texto y escribirlo en un cuaderno, pueden pintar un dibujo referido a la enseñanza que compartieron. (Dt 6:6-9)
En caso de niños pequeños que aún no saben escribir, pueden pintar un dibujo referido a la enseñanza que aprendió y las mamis le ayudan con la cita bíblica.
Y para aquellos bebés y/o niños que solo hacen garabatos, es igualmente importante que participen del tiempo de enseñanza bíblica. Es útil que tengan una Biblia para bebés y que se les pueda enseñar los primeros conceptos sobre Dios, ejemplo ¡Dios es Bueno! ¡Dios es Santo! ¡Dios creó todas las cosas! ¡Dios es Amor!
Por último, toma un tiempo para orar juntos, para que las verdades del Evangelio se graben en sus corazones. Las impresiones tempranas duran toda la vida.
Como dijo Spurgeon “No debemos descansar hasta que nuestros pequeños conozcan y confíen en el sacrificio consumado. Este es el conocimiento esencial y la clave de todas las demás enseñanzas espirituales”.

Levanta y da voces en la noche, en el comienzo de las vigilias. Derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor. Levanta hacia Él, tus manos por la vida de tus pequeños. Lm. 2:19
Anhelemos la conversión temprana de nuestros hijos y trabajemos incansablemente para ello. Esta es una tarea que no podemos postergar.
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