Arraigadas en la Palabra de Dios (Chris Brooks, parte 1)
Patricia de Saladín: Con nosotras Chris Brooks.
Chris Brooks: ¿Cómo sé que he recibido la Palabra de Dios? Cuando yo obro la Palabra de Dios. ¿Cómo sabes que estás arraigada a la Palabra? Cuando haces la Palabra, cuando obras la Palabra de Dios.
Annamarie Sauter: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Patricia: ¿Quisieras, como mujer, tener un impacto duradero en la próxima generación? Entonces tienes que estar anclada en la Palabra de Dios.
Y cuando estudias las Escrituras es importante hacer buenas preguntas como: ¿Qué dice aquí? ¿Qué veo?, antes de preguntarte: ¿Qué significa esto y cómo lo aplico en mi vida? Para poder llegar a lo que implica para nosotras hoy, necesitamos preguntarnos: ¿Qué significó para la audiencia original?
Y una de las clases de textos que encontramos en la Biblia son las parábolas. Son un tipo de …
Patricia de Saladín: Con nosotras Chris Brooks.
Chris Brooks: ¿Cómo sé que he recibido la Palabra de Dios? Cuando yo obro la Palabra de Dios. ¿Cómo sabes que estás arraigada a la Palabra? Cuando haces la Palabra, cuando obras la Palabra de Dios.
Annamarie Sauter: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, en la voz de Patricia de Saladín.
Patricia: ¿Quisieras, como mujer, tener un impacto duradero en la próxima generación? Entonces tienes que estar anclada en la Palabra de Dios.
Y cuando estudias las Escrituras es importante hacer buenas preguntas como: ¿Qué dice aquí? ¿Qué veo?, antes de preguntarte: ¿Qué significa esto y cómo lo aplico en mi vida? Para poder llegar a lo que implica para nosotras hoy, necesitamos preguntarnos: ¿Qué significó para la audiencia original?
Y una de las clases de textos que encontramos en la Biblia son las parábolas. Son un tipo de comunicación indirecta, que nuestro Señor Jesucristo utilizó para poder llevar a sus oyentes, de una manera inadvertida, en un viaje que los llevaría a las puertas de profundas verdades espirituales.
Hoy el pastor Chris Brook nos ayudará a explorar una de estas, de modo que podamos evaluar la condición de nuestros corazones. Escucharás la traducción simultánea de la primera parte de su enseñanza titulada, Arraigadas en la Palabra de Dios. Esta fue impartida en la conferencia Revive del año 2021.
Chris: Qué bueno es estar con ustedes de nuevo esta mañana. Quiero agradecer a Nancy por el privilegio de permitirme pararme frente a ustedes hoy. Mi alma ha sido refrescada en esta reunión y he sido animado cuando veo a las mujeres de Dios, las hijas de Dios, reunidas para profundizar en la Palabra de Dios. Esta mañana tenemos el gozo de ir profundo en la Palabra. ¿Quiénes de ustedes aman la Palabra de Dios? Jen Wilkins dijo que Dios y Su Palabra son demasiado maravillosos para ser descuidados por cosas menores. Eso significa que la prioridad número uno en la vida es conocerle a través de Su Palabra.
Cuando adoramos, estamos adorando basados en Su Palabra. Lo que me gusta de esta conferencia es que la Palabra de Dios es la centralidad, Cristo y Su Palabra. Si eres una mujer que va a estar anclada, una mujer de sustancia, debes estar anclada en la Palabra de Dios. Nada tenemos para ofrecerte que tenga valor, que no sea la Palabra de Dios. Lo único que dura en esta vida y te preserva en la vida futura es la Palabra de Dios. La Palabra incorruptible que no pasa y que salva; esa es Su Palabra.
Y hoy Nancy me pidió que les hablara de qué significa una mujer que está arraigada en la Palabra de Dios. Yo quiero darle un giro a esto, porque creo que para estar anclados en la Palabra de Dios, tenemos que tener el corazón correcto. Entonces, quiero hablarte del tipo de corazón que debes tener para estar anclada y arraigada en la Palabra de Dios.
Vamos a empezar por lo que Dios trata de conseguir a través de Su Palabra. Él no reveló Su Palabra para que tú pases un examen, una prueba teológica. Muchos creen que Pedro está en las puertas del cielo y que va a tener unas tabletas y que tú vas a tener que pasar unos exámenes teológicos para poder entrar al cielo. Primero que nada, Pedro no está en la puerta, no hay tabletas y no va a haber exámenes teológicos. Eso no significa que la doctrina no sea importante. Las malas ideas no solo tienen consecuencias, sino que la mala teología tiene víctimas. Pero lo que Dios quiere conseguir es atraernos a la belleza de Su Palabra porque Él quiere nuestros corazones, Él quiere tu corazón.
A leer la Palabra de manera regular se le llama una disciplina espiritual. Yo le llamo un ritmo espiritual. Estos ritmos espirituales como la oración, el ayuno, la lectura de la Palabra, son para buscar una relación. Dios está detrás de tu corazón. La Biblia está llena de muchas proposiciones y verdades, enseñanzas históricas muy claras, y hechos reales pero también está llena de narrativas e historias.
¿A quiénes de ustedes les gustan las historias? A mí me encantan las historias. Mis películas favoritas son las biografías. Las películas sobre biografías de hombres y mujeres del pasado. ¿Quiénes han visto la película Lincoln con Daniel Day-Lewis? Él hizo un papel excelente. Lincoln, la película de Abraham Lincoln, el presidente.
A mí me encantó esa película. ¿Quién ha oído de Jackie Robinson, el famoso pelotero? La película 42 es una de mis favoritas bioéticas. Él hace venir a la vida a este personaje, este pelotero. Y ¿Carrozas de fuego? Es una de mis favoritas. Seguro ustedes no saben de lo que estoy hablando. Antes de Netflix, antes de YouTube, estaba Carrozas de fuego. Y quiero pedirte que la veas. Carrozas de fuego nos cuenta la historia de este hombre joven cuyos padres son misioneros en China, y él quiere ser corredor, tiene este llamado a ser un corredor, y sus hermanas lo convencen de que no siga ese camino. Y él le dice a su hermana, «hermana, cuando yo corro, siento el placer de Dios».
¿Sientes el placer de Dios guiándote? Esas películas nos cautivan. Cuando los hechos pasan, las historias permanecen. Y entonces uno de los instrumentos de enseñanza de nuestro salvador eran las parábolas. Y estas parábolas son interesantes porque es como una comunicación indirecta. Comunicación indirecta es una comunicación que hace que el que está escuchando o leyendo, se embarque en un viaje y sin darse cuenta lo lleva a una verdad. Lo lleva a una confrontación con verdades profundas, y ni siquiera se da cuenta porque está tan cautivado por la historia… ¿Has visto una historia que mientras va pasando, cuando llega la moraleja de la historia tú te sorprendes porque no lo veías venir? Eso es lo que hacen las parábolas. La comunicación directa es excelente para darte información clara y directa, pero la comunicación indirecta va por la puerta trasera de tu corazón para confrontarte con la verdad que te va a transformar.
Jesús es un maestro. Quiero que miremos una parábola esta mañana, quiero que vayas al Evangelio de Lucas capítulo 8, donde encontramos una de las parábolas más famosas de Jesús. Famosa por muchas razones. Es una de las pocas parábolas en las que Jesús explica la razón de la parábola –en un momento vamos a ver que en esta parábola Él explica por qué enseña en parábolas.
Cuando tú vas a Lucas 8, si tienes una versión de las modernas, hay algunos tan espirituales que leen la Biblia en griego, pero para el resto de nosotros, seguramente hay un título encima de esta parábola. Dice, La parábola del sembrador. Quizás tu Biblia dice así. Déjame decirte sobre estos títulos. Estos títulos se han añadido por las compañías que publican, no son las palabras de Jesús. Y yo reto el título de esta parábola; yo digo que no debe ser La parábola del sembrador, debe ser La parábola de los terrenos, porque Dios quiere que nos enfoquemos –mientras vemos esta historia– en las tierras, los tipos de terreno, y no tanto en el sembrador –pero vamos a ver eso más tarde.
Esta historia es bien directa, no es compleja, y vamos a leerla empezando en el versículo 4:
«Habiéndose congregado una gran multitud y los que de varias ciudades acudían a Jesús, entonces les habló por medio de una parábola: “El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrarla, una parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y las aves del cielo se la comieron. Otra parte cayó sobre la roca, y tan pronto como creció, se secó, porque no tenía humedad. Otra parte cayó en medio de los espinos; y los espinos, al crecer con ella, la ahogaron. Y otra parte cayó en tierra buena, y creció y produjo una cosecha a ciento por uno»”. Al hablar estas cosas, Jesús exclamaba: “El que tiene oídos para oír, que oiga”» (vv.4-8).
Es fácil decir que este es un mensaje sencillo. Yo puedo ver a Jesús sujetando semillas en Su mano mientras comunicaba esta parábola a la audiencia. Aquí hay una referencia clara a la riqueza de esta historia. Vamos a señalar algunas cosas. Es importante que le preguntes al texto qué vas a sacar, qué quiere el Espíritu mostrarte en la Palabra de Dios; si le preguntas, ¿qué hay aquí? ¿Qué es lo que veo aquí? Somos tan prontos a preguntarnos, ¿qué significa? ¿Cómo aplica? Pero antes de llegar ahí, y antes de saber cómo aplica, ¿qué quiso decir en ese momento? El versículo 4 dice que había una gran multitud. Aquí Jesús le está enseñando a una audiencia mixta; había líderes religiosos, antagonistas a su ministerio, sus discípulos estaban ahí, algunos curiosos sobre quién era este Jesús… Jesús sabía que esta era una multitud diversa, de manera que les está enseñando en parábolas. Y Él cuenta esta historia, y en muchas maneras cuando leemos esto, vemos estos cuatro tipos de terrenos, y Jesús a través de Su enseñanza está dividiendo a la multitud. La Palabra de Dios divide la multitud, siempre revela quién es quién. Y mientras va a través de la historia nos va diciendo que hay cuatro tipos de terrenos, de suelos diferentes.
El primer suelo es un camino muy circulado, muy transitado. No hay plantas, no hay nada ahí, es un camino muy transitado y muy liso. Y ahí cae la Palabra de Dios. La semilla cae ahí y no puede echar raíces. El segundo terreno es rocoso. Quizás en los bordes, en las orillas del camino. Imagínate que en las orillas del camino hay piedras y ahí caen las semillas y echan un poco de raíz. Pero el calor y el sol las elimina. El tercer suelo es un buen suelo. Pero había competencia y la competencia en ese suelo eran los espinos. Y a medida que la semilla crecía, los espinos estaban ahogando las semillas. Y el cuarto suelo es el que la Palabra identifica como buen terreno, buen suelo. Ahí la semilla cae y produce al cien por ciento. Esto hace referencia a Génesis 24:12, donde se nos dice que el terreno dio ciento por uno, cien por ciento, mostrando la bendición de Dios.
El que está escuchando a Jesús se da cuenta que es una imagen muy común para el que está escuchando la parábola. Él usa imágenes comunes y familiares para atraer la atención de la audiencia; y tú te preguntas, ¿adónde va Él con esta historia? Y entonces cuándo vamos ahora al versículo 9, Él llama a Sus discípulos aparte, y uno de los discípulos le pregunta, ¿qué significa esta parábola? Versículo 10: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de Dios, pero a los demás les hablo en parábolas, para que viendo, no vean; y oyendo, no entiendan».
Jesús, ¿qué es lo que estás haciendo aquí? Claramente los discípulos estaban confundidos, esta multitud que está oyendo… Esta es una buena oportunidad para declarar claramente Tu reino a la audiencia, y Tú nos haces esta historia. Pero ¿de qué se trata esta historia? Esto lo que ha hecho es confundir a la audiencia. Pero en ese momento ellos estaban confundidos. De manera que los discípulos se voltean a Jesús para que les aclare; y la respuesta de Jesús es como contradictoria a lo que conocemos sobre Él.
Él les dice: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de Dios», ustedes tienen ese privilegio, pero para los demás, para el resto de la multitud, les hablo así para que viendo no vean y oyendo no entiendan. Lo que está haciendo Jesús aquí es ¿asegurarse de que algunos no respondan a Su Palabra? No, no es eso. Esta es una referencia a Isaías capítulo 6 versículos 9 y 10, donde Dios le dice a Israel por medio de Isaías:
«Ve, y dile a este pueblo:
“Escuchen bien, pero no entiendan;
Miren bien, pero no comprendan”.
Haz insensible el corazón de este pueblo,
Endurece sus oídos,
Y nubla sus ojos,
No sea que vea con sus ojos,
Y oiga con sus oídos,
Y entienda con su corazón,
Y se arrepienta y sea curado».
Dios les está diciendo que ellos no están viendo ni están escuchando porque sus corazones están endurecidos por su religiosidad. Él está retando a la nación de Israel en cuanto a sus expectativas en cuanto a Dios. Él les está diciendo esto porque sus expectativas son primeramente preconcebidas y no van a poder ver ni entender. Este es el poder de una parábola. Te fuerza a ir por las reglas de Dios y no por las tuyas. Jesús no está aquí para entretenernos. Jesús y Su Palabra no se nos dan para satisfacer nuestros deseos, sino que nos invita a aprender sobre Sus deseos.
Quiero reforzar hoy lo que es necesario para estar enraizados en la Palabra de Dios. Dios está retando a Sus discípulos y a la audiencia. Les pregunta, ¿por qué vinieron a verme? En esa multitud había mucha gente con distintas expectativas. Algunos vinieron para llenar sus aspiraciones políticas –que de alguna manera Él derrocaría el gobierno. Pero en vez de derrocar al gobierno, Él viene y les cuenta una historia, una historia que ellos necesitaban escuchar, pero que no esperaban.
Otros estaban ahí porque oyeron de los milagros que Él hacía, deseando recibir un milagro ellos mismos. Pero en vez del milagro, Él les da una historia. Sabes, cada uno de nosotros viene a este momento con deseos diversos, y es tan importante que no impongamos nuestros deseos sobre Él, sino que permitamos que Su Palabra nos informe cuál debe ser nuestro deseo. No juguemos lotería escritural abriendo la Palabra de Dios esperando un versículo que te diga lo que quieres oír. Y entonces abrir a un profeta del Antiguo Testamento y te diga algo que no es lo que tú estás esperando.
Tienes que leer de manera fiel la Palabra de Dios, y recibir lo que Él te quiere enseñar a través de Su Palabra, para que puedas ver el mundo cómo Dios quiere que lo veas. Tenemos que ver cómo Él se presenta, para que nos veamos a través de Sus ojos, de manera que podamos ver el resto del mundo correctamente. Yo uso estos lentes porque necesito ver correctamente; y Jesús nos invita a Su Palabra porque Su Palabra es como lentes correctivos, nos da la visión correcta porque nuestra visión está oscurecida por el pecado. Cuándo vemos con los lentes de Su Palabra, podemos ver claramente.
Yo puedo creer en Jesús por la misma razón que creo en el sol, porque lo veo, porque veo todo a través de Su Palabra. Este es el poder de la Palabra de Dios. Cuando leemos Su Palabra todo lo demás se hace claro. Entonces, Jesús está diciendo en cuanto a esta parábola, que esta parábola es una invitación y un juicio al mismo tiempo.
En Juan 6, Jesús nos reta a aquellos que venimos a Él con expectativas equivocadas, queriendo que Él sea un anarquista político o uno que obra milagros. Jesús dice en Juan 6: «El que come Mi carne y bebe Mi sangre, permanece en Mí y Yo en él» (v.56). Pero muchos se fueron, Jesús no estaba enamorado de las grandes multitudes. Él sabía que la gente se iba porque rechazaban Su verdad. Él les dice a los de a los discípulos: «¿Acaso también ustedes quieren irse? Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna» (vv.67-68).
Cuando vengas a la Palabra de Dios, ven con un corazón enseñable y humilde, listo a recibir lo que Él tiene para ti. No le impongas a Dios tus expectativas, sé humilde al recibir de Él. Entonces Él continúa diciendo algo muy interesante en Lucas 8, el versículo 8: «El que tiene oídos para oír, que oiga». En hebreo es baal shema (escucha oh Israel). En Deuteronomio 6, el hebreo antiguo no tenía mucho vocabulario. El hebreo antiguo de donde esto sale, solo tiene 8000 palabras, comparado al inglés moderno que tiene 40000 palabras. Esto significa que cada palabra tiene múltiples significados; de manera que cuando tú lees esto aquí, lo que se quiso decir o lo qué significó en el oído de la audiencia, es más que simplemente oír o poner atención a lo que se está diciendo. Significa obedecer, estar listo para responder.
Cuando Él dice: «aquel que tiene oídos para oír que oiga», no simplemente está diciendo, escucha. Él dice, ten un corazón listo para responder a lo que se te está diciendo. ¿Cómo sé que he recibido la Palabra de Dios? Cuando obro la Palabra de Dios. ¿Cómo sabes que estás arraigada en la Palabra? Cuando haces la Palabra, cuando obras la Palabra de Dios.
Patricia: ¿Cuál es la condición de tu corazón con respecto a la Palabra de Dios? El pastor Chris Brooks te ha ayudado a reflexionar en esto. Y escucharás la continuación de su mensaje en el episodio de mañana.
Las oyentes que han sido bendecidas a través de enseñanzas como esta nos han escrito agradecidas por el efecto que han tenido en sus vidas. Una mujer dijo:
«Estoy tan agradecida. Dios les bendiga. Ustedes no tienen idea de cómo cambiaron mi vida acercándome a la palabra de Dios…»
Y escucha este otro comentario:
«Doy muchas gracias a Dios por tan hermoso programa. He sido bendecida, Aviva Nuestros Corazones me ha ayudado bastante en mi relación con Dios. Doy mérito al nombre de Dios porque Él ha avivado mi corazón. El Señor me ha dado fuerzas y también me ha confrontado y me ha sostenido. Le pido que el programa permanezca pues he sido bendecida y quiero que más mujeres lo sean».
Le damos gracias a Dios por testimonios como estos. Estos no serían posibles sin el apoyo de nuestros colaboradores. Así que quiero animarte a ser parte de la misión vital de este ministerio, de modo que podamos alcanzar a más mujeres con la verdad de la Palabra de Dios. ¡Anímate y conviértete en una colaboradora! Entra a nuestro sitio web AvivaNuestrosCorazones.com y conoce más sobre esto.
Y acompáñanos mañana para el próximo episodio. Chris Brooks te ayudará a hacer una evaluación de tu corazón o «un análisis de suelo», al continuar con la segunda parte de su mensaje. ¡Te esperamos!
Annamarie: Arraigadas en la Palabra de Dios juntas, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de La Nueva Biblia de las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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