Annamarie Sauter: Are you living for this present time, or in this present time?
Nancy DeMoss Wolgemuth: Whether you're living for this present age or you're living for the age to come, it makes all the difference in how you live, and it makes all the difference in your ability to have joy and faith and trust in the Lord when you see the world around you going crazy.
Annamarie: You’re listening to Revive Our Hearts with Nancy DeMoss Wolgemuth, translated by Patricia de Saladin.
Have you ever thought that the world seems to be getting crazier? Nancy invites you to live without fear or anxiety, even in the midst of challenging times. She will show you how you can do this as she continues in the series, “Live for Eternity.”
Nancy: Well, today I want you to have your Bible ready, “draw your Sword,” that’s what they used to …
Annamarie Sauter: Are you living for this present time, or in this present time?
Nancy DeMoss Wolgemuth: Whether you're living for this present age or you're living for the age to come, it makes all the difference in how you live, and it makes all the difference in your ability to have joy and faith and trust in the Lord when you see the world around you going crazy.
Annamarie: You’re listening to Revive Our Hearts with Nancy DeMoss Wolgemuth, translated by Patricia de Saladin.
Have you ever thought that the world seems to be getting crazier? Nancy invites you to live without fear or anxiety, even in the midst of challenging times. She will show you how you can do this as she continues in the series, “Live for Eternity.”
Nancy: Well, today I want you to have your Bible ready, “draw your Sword,” that’s what they used to tell us in Sunday school when we were little girls. Open it to the book of Titus, or look it up on your cell phone or whatever digital device you have. Now, if you’re driving, it might be best if you wait (laughter). But if you can get a Bible, I want you to follow me with your Bible.
The letter to Titus, 1 and 2 Timothy, Titus, Philemon, Hebrews. If you don't know the Bible well, you need to use the index to find these books, don't feel bad about that. But when you begin to know the Word of God, I want to encourage you to learn to locate these books, even the smaller ones, the difficult ones, those found in the Old Testament, and in the New Testament, so that you become familiar with the Truth of the Lord. It is a Sword, the Word of God. It is powerful.
And so, Lord, I ask that You open our eyes today to see, to receive, to hear, to believe what You want to tell all of us who are living in this present age and in the light of the life to come. I ask this in Jesus' name, amen.
Well, as I mentioned yesterday, I spent a lot of time digging into the book of Titus as I worked through the book Adorned , the teaching of Titus chapter 2. And for this short series I've taken a little bit of a different direction than I did during those months that I was poring over that short letter. There are a few other things that struck me that aren't in the book Adorned , and I want to share those with you this week.
There are two phrases in Titus that have stayed in my heart, and I want us to focus on those concepts and their implications today and tomorrow.
Let's continue in Titus chapter 1, verse 1, and I want us to focus on the first two verses in Titus 1. “Paul, a servant of God, and an apostle of Jesus Christ.”
Now, I'm going to stop there for a moment to remind you that no matter how complex and crazy this world is... Yesterday we talked about some of the crazy things that are happening in our world. It seems like it's spiraling out of control. But no matter what's happening in our world, Jesus is always on His throne.
"Paul, servant of God and apostle of Jesus Christ."
This is an absolute thing. It is established. This is an eternal reality. The things we see on the news are not eternal realities. They are very real today, but they are not going to last forever. God will last forever. Jesus will last forever. And He will reign and rule forever, hallelujah, amen! Let us not forget that.
And there will always be servants of Jesus. When it seems like everyone is following this present world with its ideologies, philosophies, theologies, ways of thinking, and worldly lives, remember that there are always those who have not bowed down to Baal because they are servants of Jesus Christ. Perhaps there are not as many as we would like; we do not know how many there really are.
Hoy hay siervos de Jesucristo que le están sirviendo a Él fielmente, en lugares del mundo donde hay tinieblas, donde hay opresión, donde no podríamos mencionar sus nombres, no podríamos tomarles fotos pues podrían perder sus vidas por ser cristianos. Pero están ahí, y ellos están sirviendo a Jesucristo. Y ellos se congregan secretamente en los países musulmanes y en China, y es probable que haya siervos de Jesucristo en donde tú trabajas, o en el colegio de tus hijos.
Gracias a Dios por estos siervos suyos y de Jesucristo. Y si tú eres su sierva, su seguidora, su discípula, sin importar el título —no eres una apóstol— pero sin importar cuál sea tu posición o tu rol, si eres la sierva de Dios y de Jesucristo, estarás bien. Mira las cosas desde esa perspectiva. Somos siervas de Dios en nuestros días, así como Pablo lo fue en sus días.
Entonces Pablo dice: «Soy un siervo de Dios. Soy un apóstol de Jesucristo conforme a la fe de los escogidos de Dios». ¡Esas somos nosotras! Pablo dice: «Estoy sirviendo a Dios por el bien de los creyentes en la isla de Creta donde sirvió Tito, y por el bien de los creyentes en el área donde sea que Dios te haya colocado, quienes necesitan que su fe sea fortalecida».
Escucha, al estar sirviendo a Dios hoy, lo estás haciendo por el bien de la fe de otros que tal vez nunca vas a ver—tus hijos y sus hijos y los hijos de esos hijos y las futuras generaciones. Estás plantando semillas de fidelidad que ayudarán a la fe de aquellos que van a vivir en los tiempos difíciles por venir.
Por lo tanto él dice: «(Estoy haciendo esto por el bien de) la fe de los escogidos de Dios y el pleno conocimiento de la verdad, (quiero que conozcan la verdad) que es según la piedad, con la esperanza de vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde los tiempos eternos» (v. 1-2).
Esa es una frase que quiero que consideremos en esta serie: «desde los tiempos eternos». Después regresaremos a ella.
Pero, ¿qué es lo que Pablo está diciendo? Él está diciendo que él está sirviendo al Señor. Él lo está haciendo por el bien de los que Dios ha elegido, por su fe, para que lleguen a conocer la verdad, y vivan una vida según la piedad.
¿Qué significan todas esas palabras y frases tan largas? En esencia: «Si no vives conforme a la piedad, entonces no conoces la verdad». No puedes decir: «Creo en todo eso» y luego vivir una vida mundana. ¡Eso no puede ser! Si no estás viviendo una vida piadosa, entonces en realidad, no conoces ni crees la verdad.
Así que Pablo equipara el conocimiento de la verdad con la piedad.
Y luego él dice: «con la esperanza de vida eterna, la cual Dios, que no miente (¡recuerda eso! Aunque parezca como si el mundo entero fuese una mentira, Dios que no miente) prometió desde los tiempos eternos» (v. 2). Antes del principio de los siglos. ¡Antes de que existiera el tiempo, Dios ya tenía un plan!
Esto que voy a decir te sorprenderá, pero también será de bendición para tu alma. Antes de que el hombre fuera creado, antes de que existiera el pecado, antes de la Caída de Adán, Dios ya había diseñado el gran plan de salvación. Él planeó la redención antes de que hubiera necesidad de redención, porque por providencia divina... que significa que Él ve antes de, ve de antemano, Él previó, haciendo provisión para lo venidero. Por providencia divina, Él sabía exactamente lo que íbamos a necesitar; que íbamos a caer; que íbamos a pecar; que tendríamos que ser redimidas.
Así que antes del principio de los siglos, Dios prometió esta esperanza de vida eterna, y empezó a hacer provisión para ello. Esta es la primera frase que quiero que veamos: desde los tiempos eternos, la eternidad pasada.
Ahora, vamos al capítulo 2, versículo 11. Ayer hicimos referencia a este párrafo: «Porque la gracia de Dios se ha manifestado, trayendo salvación a todos los hombres, enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, (aquí está la segunda frase) vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente».
Así que antes del principio de los siglos, eso es en la eternidad pasada, Dios prometió esta esperanza de vida eterna. ¿Estás poniendo atención? Y ahora en esta era presente, Él nos está diciendo cómo es que debemos vivir. ¿Y cómo debemos vivir? Debemos renunciar a los deseos mundanos. Debemos vivir en este mundo piadosamente. Debemos vivir como dice el versículo 13, «aguardando la esperanza bienaventurada». Él ya habló de la esperanza de la vida eterna. Debemos aguardar «la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo».
Ahora, déjame poner todo esto junto. Hay tres cosas en esta pequeña epístola a Tito, a las cuales me gusta llamar marcas de tiempo.
Está la eternidad pasada, desde los tiempos eternos. Leímos sobre esto en el capítulo 1. Antes de que existiera cualquier otra forma de vida, Dios ya existía. Él ya vivía. Él vivía y existía perfectamente. No le faltaba nada; estaba completo y era independiente. Él planeaba. Él era Dios desde los tiempos eternos. Esta es la primera marca de tiempo: desde los tiempos eternos, (desde antes que comenzara el mundo).
Pero no podemos simplemente adentrarnos en esta pequeña parte del tiempo a la que llamamos: «aquí y ahora», sin hablar del contexto de todo lo que nos ha precedido en la eternidad pasada. Entonces, «desde los tiempos eternos» Dios estaba preparando, diseñando el plan de salvación, de redención, la esperanza de vida eterna. Luego entonces tenemos «la era presente». La eternidad pasada, «desde los tiempos eternos» y ahora estamos viviendo en «la era presente».
Esa es la era en que estamos viviendo en este momento, y la era en que los creyentes del primer siglo en la isla de Creta vivieron, «esta era presente». Fue una realidad en el primer siglo después de Cristo, y es una realidad hoy. Todo eso es parte de lo que se conoce como «esta era presente». Sé que parece como si fuera un largo tiempo, pero a la luz de la eternidad es tan solo un punto en la línea. Entonces tenemos «desde los tiempos eternos» y tenemos «esta era presente».
Piensa en «esta era presente» como un punto sobre una línea que se extiende a lo largo de la eternidad, desde la eternidad pasada hasta la eternidad futura. Y tenemos la eternidad futura, que será la tercera marca de tiempo, indicada en este pasaje en Tito capítulo 2. Hay una era, un «siglo aún por venir». Pablo se refiere a esta como «la vida eterna», la esperanza bienaventurada que Dios ha prometido. La vida que sigue y sigue y sigue, más allá de la era presente.
Así que tenemos este continuum eterno del cual necesitamos estar conscientes, necesitamos conocerlo. Esto determinará cómo vivimos en esta era presente. Este continuum incluye «desde los tiempos eternos», la eternidad pasada; incluye «esta era presente»; y también incluye la eternidad futura, «el siglo venidero». ¿Estás entendiendo estas tres marcas de tiempo? Pasado, presente, y futuro.
Nosotras vivimos en esta era presente, pero hay dos clases de personas en esta era presente, y todos en este planeta caemos en una de estas dos categorías. Cada una de nosotras, todas la que están escuchando hoy mi voz, caemos en una de estas dos categorías.
Todas estamos viviendo en esta era presente, pero la primera categoría son aquellas que están viviendo para esta era presente. Ellas no solamente están viviendo en ella. Están viviendo para ella. Está todo este lapso eterno de tiempo, y estas personas están viviendo para este pequeño punto que está sobre todo ese lapso de tiempo. Están viviendo para esta era presente, ajenas a la eternidad pasada y a la eternidad futura. Ellas están viviendo para el presente, para el aquí y el ahora.
Pero hay otras que también están viviendo en esta era presente, pero no están viviendo para esta era presente, sino que están viviendo, ¿para qué? Para el siglo venidero. Están viviendo en esta era presente, pero están viviendo para el siglo venidero.
Y esa perspectiva que vamos a estudiar hoy y mañana, la perspectiva que tengas, ya sea que estés viviendo para esta era presente o que estés viviendo para el siglo venidero, hace toda la diferencia en la manera como vives. Y hace toda la diferencia en tu capacidad de tener gozo, fe y confianza en el Señor, cuando ves que el mundo a tu alrededor se está volviendo loco.
Cuando digo a tu alrededor, no es solo en los titulares de las noticias. Podría ser en tu propio hogar o en tu lugar de trabajo o en tu ambiente escolar. La manera en que estés viviendo, ya sea para esta era presente, o para el siglo venidero, determinará tu perspectiva y tu proceder en esta era presente.
Así que en primer lugar quiero hablarles de las personas que están viviendo para esta era presente. Tito tiene muchas palabras y frases a lo largo de este pequeño libro, que describen a las personas que están viviendo para esta era presente. Voy a leerlas rápidamente. Si tú quieres y puedes, sigueme con tu Biblia, o tal vez solo quieras escuchar.
En el capítulo 1, versículo 7, él habla de personas que son «obstinadas, iracundas, dadas a la bebida, pendencieras, amantes de ganancias deshonestas».
En el versículo 10 del capítulo 1, dice que son «rebeldes, habladores vanos y engañadores».
En el versículo 12 del capítulo 1, cita a un profeta muy popular de Creta quien dijo: «Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos». A lo que Pablo, en el siguiente versículo, simplemente dice: «Este testimonio es verdadero» (risas). ¡Es verdad! Ellos siempre son mentirosos, malas bestias, glotones ociosos. ¿Sabes por qué? Porque estaban viviendo para esta era presente, y solo les importaba tener sus barrigas llenas y tener su propia versión de la verdad, fuera cierta o falsa. Ellos eran ociosos, malos, mentirosos y glotones.
En el versículo 15 del capítulo 1, habla de las personas que están viviendo para esta era presente y están corrompidas. Son incrédulas. «Tanto su mente como su conciencia están corrompidas».
En el versículo 16: «Profesan conocer a Dios (tal vez son religiosos), pero con sus hechos lo niegan, siendo abominables y desobedientes e inútiles para cualquier obra buena».
En el capítulo 2, versículo 12, habla sobre «la impiedad y los deseos mundanos». Estas son características que describen el apetito de las personas que están viviendo para esta era presente.
En el capítulo 3, versículo 3, dice que las personas que viven para esta era presente son: «necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros».
Ahora, lo que él realmente está diciendo aquí en este contexto, y no leímos todo el párrafo, es que todas nosotras pudimos haber sido descritas de esa manera en algún momento. Hubo un tiempo en que no teníamos un corazón para Dios. No teníamos el evangelio. No habíamos sido redimidas. Así que todas nosotras estábamos viviendo para esta era presente, y estas eran algunas de nuestras características. Todavía, al día de hoy son características de las personas que viven para esta era presente.
El capítulo 3, en los versículos 10 y 11, habla sobre aquellos que viven para esta era presente: «Al hombre que cause divisiones... (el tal es) perverso y peca, habiéndose condenado a sí mismo».
Ahora, como estuve reflexionando, y he dado un repaso muy rápido de muchos de estos términos negativos, que describen a las personas que viven para esta era presente, ¿cómo podría resumir las características de las personas que viven para esta era presente? Y llegaron tres palabras a mi mente que pienso que resumen las características de las personas que viven para la era presente. Tal vez tú tengas otras palabras mejores, pero estas son las tres en las que he estado pensando.
La primera palabra es: Triviales. Son las personas cuyos intereses son triviales, tienen pasiones mundanas. Viven para el placer. Viven para las cosas que no tienen ningún valor. Están jugando. Están viviendo vidas superficiales.
Que tonto es vivir para un punto, cuando tenemos toda una larga línea de eternidad delante de nosotras. Estas personas son triviales. Están viviendo en la superficie. Tal vez piensan que son brillantes, productivas, que están haciendo algo muy importante, construyendo todo tipo de maquinarias y equipos, negocios e imperios. Pero si reduces todo eso y lo miras desde el punto de vista de eternidad, sus vidas son triviales, no tienen importancia. Lo que están haciendo no tiene ninguna importancia. Están consumidos con sus carreras, con sus deportes, con su dinero, con la política, con sus juegos, con sus entretenimientos, con ellos mismos. Están buscando intereses triviales.
Hay otra palabra que creo que caracteriza a aquellos que están viviendo para esta era presente, y es la palabra: Perversas; primero triviales, y luego perversas.
Pablo habla aquí de la impiedad y de las pasiones mundanas y pecaminosas. Así que estas son personas que piensan que son buenas y tratan de hacer que sus vidas torcidas parezcan buenas. Y tratan de convencer a muchas personas de que sus elecciones son buenas. Ellas tal vez traten de forzarnos a aceptarlas y a respaldar su forma mundana de vida. Pero en realidad no es buena. No es algo que podemos aceptar o respaldar. Son perversas. ¿Y qué las hace perversas? El hecho de ser contrarias a la ley y a la Palabra de un Dios santo.
Entonces, decir que esa forma de vida es perversa, no es políticamente correcto, porque hoy, lo que acabo de mencionar es la esencia de la intolerancia. Es tener una mente cerrada, estrecha, obstinada. Tal vez no es políticamente correcto, pero es verdad. Sus vidas son triviales, y ellas son perversas, aquellas que viven para esta era presente.
Y luego tenemos la tercera palabra. Es la palabra: Hostiles. Puedes ver en esa lista de palabras que leímos en Tito, que ellos tenían malas relaciones. Ellos odiaban. Se odiaban los unos a los otros. Había amargura. Había odio.
Piensa en las relaciones de algunas de las personas que conoces, que están viviendo para esta era presente: padres e hijos, hermanos, esposos, vecinos, iglesias divididas, amistades rotas. Están viviendo para esta era presente. No están tratando de restaurar esas relaciones, no vienen en humildad y arrepentimiento a tratar de reconciliarse. Hay odio racial, enemistad racial, hombres versus mujeres, y mujeres versus mujeres, y hombres versus hombres, y blancos versus negros, y la policía versus... Tenemos toda esta hostilidad, y es una característica de las personas que están viviendo para esta era presente. Ellos no están buscando la reconciliación. No están buscando la unidad. Son triviales, perversos, y hostiles.
Ahora, dijimos que hay solo dos grupos de personas, los que viven para esta era presente; pero ahora vamos a ver que hay otra forma de vivir, el otro grupo de personas no vive para esta era presente sino para el siglo venidero.
Antes de los tiempos eternos, Dios comenzó el plan para enviar Su gracia y Su salvación a este mundo caído. Eso es lo que Tito nos dice. Y ahora mismo estamos viviendo en esta era presente. Así que la pregunta es: ¿Estamos viviendo para esta era presente? ¿O estamos viviendo para el siglo venidero?
Tito capítulo 3 nos dice que si la gracia de Dios ha llegado a tu vida, entonces tu vida ha cambiado. Ya no estás viviendo para esta era presente; ahora estás viviendo para el siglo venidero.
Mi amigo y escritor, Randy Alcorn, fue el primero en introducirme este concepto del punto sobre la línea, sobre una recta. Esto fue lo que él dijo:
Pienso en nuestras vidas como si fueran un punto y una línea, significando dos cosas. Nuestra vida presente en la tierra es el punto. Tiene un principio y un fin. Sin embargo, desde ese punto, una línea se extiende para siempre. Esa línea es la eternidad, la cual los cristianos pasarán en el cielo. Ahora mismo estamos viviendo en el punto. Pero, ¿para qué estamos viviendo? La persona corta de vista vive para el punto, para esta era presente. La persona con perspectiva vive para la línea, para el siglo venidero.
Entonces, ¿qué diferencia hay entre vivir para el siglo venidero y vivir para esta era presente, vivir para la línea, o vivir para el punto?
Mañana exploraremos más sobre esto en el libro de Tito, pero cuando estaba preparando esta serie, le pedí a algunas de mis amigas de Facebook que respondieran la siguiente pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre vivir para la línea en vez de vivir para el punto, vivir para el siglo venidero en vez de para esta era presente? Recibí muchas respuestas interesantes, pero voy a compartir con ustedes solo algunas de estas.
Una mujer dijo: «Nos da paciencia, aún gozo, en medio de las tribulaciones, porque sabemos que nuestras aflicciones están obrando en nosotras un eterno peso de gloria».
Otra amiga dijo: «En vez de estar quejándonos, podemos ser guerreras con mentes y cuerpos disciplinados, con valor, y motivadas por el evangelio de Jesucristo».
Otra mujer escribió: «Esto afecta nuestras elecciones, nuestro proceder, nuestras relaciones, y nuestras prioridades».
Esta mujer fue muy práctica. Ella dijo: «Hace TODA la diferencia en mis días difíciles educando en mi casa a seis niños. Repito, ¡viviendo con la eternidad en mente una y otra y otra vez!»
Otra mujer dijo: «Hace TODA la diferencia en cómo uso mi tiempo, mi dinero; cómo actúo; cómo reacciono ante la dificultad, el dolor y la desilusión; cómo trato a los demás y lo que atesoro».
Laura, quien estuvo aquí con nosotras, dijo: «¿Qué diferencia hay si estás viviendo para la línea, en vez del punto? Vives una vida simple, no te apegas a las cosas, y no entierras tus estacas muy profundo». (No te aferras demasiado a este mundo).
Otra mujer dijo: «Esto hace que nuestros afectos se levanten por encima de cualquier ofensa o frustración que pueda tener con mis hermanos y hermanas cristianas. Cubre todas nuestras acciones diarias con la sangre redentora y el amor de Cristo».
Y podría decir que eso también puede obrar en los matrimonios. En tu matrimonio, si estás viviendo para la línea en vez del punto, estás viviendo para el siglo venidero en vez de para esta era presente, y entonces ya no te vas a ofender fácilmente cuando tu esposo te diga algo. No vas a ser tan susceptible y decir: «Oh, eso me ofendió mucho». Ahora, hay momentos en los que necesitamos hablar de esas cosas. Mi esposo y yo tuvimos que hablar acerca de algo en días pasados. No fue fácil. Llegamos a estas conclusiones: en nuestro diario vivir, vamos a asumir lo mejor del otro. Vamos a ceder el uno para con el otro, porque no estamos viviendo para esta era presente; estamos viviendo para el siglo venidero y preparándonos el uno al otro para eso.
Otra mujer dijo: «Nuestro enfoque ya no está en conseguir cosas materiales. Pasaremos tiempo promocionando y preparándonos para lo eterno».
Hay un hombre en nuestro ministerio con el que he trabajado por muchos años, quien, hace poco fue diagnosticado con cáncer. Él ha estado enviando correos electrónicos frecuentemente, informándonos cómo sigue. Hace varias semanas supo que el cáncer había regresado. Esto fue lo que nos informó la última vez: «Bueno, aunque estas no son las noticias que esperábamos, sabemos que Dios aún está en control y que esto no lo tomó por sorpresa».
Y ayer él envió un correo electrónico a todo el equipo confirmando que el cáncer se ha esparcido y que el médico que lo vio ayer cree que él tiene menos de un año de vida. Él dijo después de oír el reporte: «Entendemos que sin la intervención de Dios, mi tiempo aquí en la tierra se está acabando, y queremos estar seguros de terminar la carrera fuertes y glorificándolo a Él». Y se despidió con las siguientes palabras: «Confiando en nuestro Señor».
Ahora, este amigo está viviendo en esta era presente. Él está sufriendo. Tiene citas médicas, tratamiento –terapia y radiación– muchas cosas están pasando; pero él no está viviendo para esta era presente. Está viviendo para el siglo venidero. Él no está viviendo para el punto; está viviendo para la línea, y eso hace toda la diferencia ahora y por toda la eternidad.
Annamarie: Has estado escuchando de Nancy DeMoss de Wolgemuth. Ella te ha recordado la esperanza eterna que tienes en Cristo, aún cuando el mundo, o tu mundo, parece estar fuera de control.
Y aún en medio del caos puedes vivir la belleza del evangelio. Pero, ¿cómo luce esto? Nancy te ayudará a ver cómo se aplica esto a tu vida a través de su libro, «Adornadas». Adquiérelo a través de nuestra tienda en línea en AvivaNuestrosCorazones.com, o en tu librería cristiana favorita.
Recursos como este libro y estos programas, son posibles gracias las donaciones de nuestros colaboradores mensuales. Ellos apoyan Aviva Nuestros Corazones de modo que podamos continuar produciendo recursos basados en la palabra de Dios, en español. Este mes tu apoyo es muy significativo para nosotros, ya que cerramos el año fiscal. Puedes hacer una ofrenda especial o unirte a nuestros colaboradores mensuales.
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¿Sabías que la Biblia nos da instrucciones respecto a lo que publicamos en las redes sociales? Mañana Nancy te mostrará cómo la Palabra de Dios te guía en esto. Pero ahora, ella quiere que escuches un fragmento de una enseñanza del charlista y autor, Randy Alcorn, que resume lo que has escuchado en este programa.
Randy Alcorn: Jesus says, “Do not store up for yourselves treasures on earth, where moth and rust destroy, and where thieves break in and steal.” Why is He saying, “Do not store up for yourselves treasures on earth?” Because these things are not going to last. It’s not just that it’s wrong to do so. It’s the dumbest thing we can do. But Jesus says, “…store up for yourselves treasures in heaven.” To paraphrase, if you know Me, you’re going to go to heaven, so every day of your life, if you store up treasures in heaven, you’re going to be closer to your treasures, rather than further away from them. He who spends his life moving away from his treasures has reason to despair. He who spends his life moving closer to his treasures has reason to rejoice.
This life is just a point, and from that point extends a line, and that line extends forever. We all live at the point. But if we are intelligent, we will not live for the point. We will live for the line with the people of God, God who will live forever. His people will live forever. His Word lives forever.
So live your life now while you are on the point, in the light of the line, investing in the line which is what really matters when you die on this earth.
Annamarie: Anticipating the return of our King, together. Revive Our Hearts with Nancy DeMoss Wolgemuth is an outreach of Life Action Ministries.
All Scriptures are taken from the New American Standard Bible unless otherwise noted.
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.
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