La compasión de Dios
Annamarie Sauter: Why would God care about our sins if we were his enemies?
Nancy DeMoss Wolgemuth: Why would He clothe Himself in human flesh and come to earth and live in our sinful world and die our death, so that we could be freed from our sins? Why? It’s splanchnon , the tender compassion and mercy of our God. How wonderful!
Annamarie: You’re listening to Revive Our Hearts with Nancy DeMoss Wolgemuth, translated by Patricia de Saladin.
What makes people more generous and more compassionate during this time of year? Perhaps it is a response to God’s incredible compassion shown in the gift He has given us. Nancy reflects on this compassion as she continues her series entitled, “The Hymn of Zechariah.”
Nancy: We come today in our study of the Hymn of Zechariah, the blessing in Luke chapter 1, to one of my favorite phrases and one that …
Annamarie Sauter: Why would God care about our sins if we were his enemies?
Nancy DeMoss Wolgemuth: Why would He clothe Himself in human flesh and come to earth and live in our sinful world and die our death, so that we could be freed from our sins? Why? It’s splanchnon , the tender compassion and mercy of our God. How wonderful!
Annamarie: You’re listening to Revive Our Hearts with Nancy DeMoss Wolgemuth, translated by Patricia de Saladin.
What makes people more generous and more compassionate during this time of year? Perhaps it is a response to God’s incredible compassion shown in the gift He has given us. Nancy reflects on this compassion as she continues her series entitled, “The Hymn of Zechariah.”
Nancy: We come today in our study of the Hymn of Zechariah, the blessing in Luke chapter 1, to one of my favorite phrases and one that has come to have great meaning to me since I have been involved in this study.
Recordarás que la escena aquí es el nacimiento de Juan el Bautista. Él no era llamado «el bautista» en ese entonces, pero llegamos a llamarle así después; Juan el hijo de Zacarías y Elisabet. Zacarías está bendiciendo al Señor por visitar y redimir a su pueblo en la persona de Cristo, que estaba pronto a nacer, y luego miró a su hijo de ocho días de nacido a Juan, y le dijo: «Y tú niño, serás llamado profeta del Altísimo; porque irás delante del Señor para preparar sus caminos; para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación por el perdón de sus pecados» (Luc. 1:76-77).
Luego llegamos al versículo 78: «por la entrañable misericordia de nuestro Dios» (RV). Ahora, este es el primer lugar en los evangelios donde aparece esta palabra. En realidad, es una combinación de dos palabras. Es una palabra compuesta: tierna–misericordia. Se escucha como algo muy tierno como una madre amamantando a su bebé mientras lo arrulla. Simplemente tierno y apacible, esa es la imagen que tuve primero cuando comencé a estudiar este pasaje.
Pero de hecho, el concepto aquí, mientras profundizas en estas palabras, es un concepto muy intenso que espero yo pueda transmitirles en una manera que de ahora en adelante te haga pensar diferente cuando veas esta frase. Es una combinación de dos palabras.
No quiero aburrirte con una lección de griego, pero la palabra misericordia es una palabra. Luego la palabra entrañable es la palabra splanchnon en griego: s-p-l-a-n-c-h-n-o-n. Es la palabra de donde recibimos la palabra en inglés «spleen» que en español es el órgano que llamamos bazo. Es una parte interna.
La Reina Valera traduce esta frase de forma diferente a las traducciones más modernas. No la tenemos en nuestras traducciones actuales. ¿Te acuerdas lo que dice este pasaje en la Reina Valera antigua? Habla acera de «entrañas» de misericordia. ¿Recuerdas haberlo visto así?, quizás hace muchos años y pensaste, «¿qué son entrañas de misericordia?» Es algo que hoy en día tú no dirías en público.
Pero en realidad es una traducción literal de este concepto. La misericordia de Dios, se hace referencia cinco veces en Lucas capítulo uno; veintisiete veces en el Nuevo Testamento, la misericordia de Dios que se extiende para aliviar la miseria causada por el pecado. ¿Pero qué clase de misericordia es?
Es misericordia tierna. Y esa palabra splanchnon, es a menudo traducida como «cariño, compasión». Se refiere a las partes internas del cuerpo. Mira, los hebreos en esos días pensaban en el corazón, las emociones, como parte de lo más interno de ti, la parte que siente más profundo.
Es lo que nosotros llamamos entrañas. Es algo que está en lo profundo bajo la superficie. Está enterrado. Es lo que una madre siente por su hijo que puede estar en peligro o puede estar herido o puede estar enfermo o en necesidad. Es el corazón de una madre.
De hecho, le dije a alguien el otro día, «sabes, yo pienso que las mamás probablemente entienden igual o mejor que cualquier otra persona, porque ellas tienen este sentimiento intenso por sus hijos. Aun esas mujeres que nunca pensaron que ellas querían ser madres o pensaron que nunca serían buenas madres o no tenían un afecto natural por los niños, no les gustaba cuidar los niños de otras personas, pero cuando ellas tienen sus propios hijos, hay algo en el corazón de esa madre que simplemente ama a ese hijo, lo añora con compasión».
Mamás, ustedes saben de lo que estoy hablando. Ese es el corazón de Dios, la tierna misericordia de Dios. Ese es el tipo de compasión que Dios tiene para su pueblo. Eso es lo que motiva a Dios a perdonar nuestros pecados. Ese es el contexto de este pasaje, dar a conocer la salvación a su pueblo al perdonar sus pecados por la compasión splanchnon, profundamente arraigada, el anhelo tierno de Dios hacia su pueblo.
Esta compasión motiva a Dios no tan solo a ver nuestra necesidad, sino a hacer algo al respecto. Nuestros pecados nunca hubieran podido ser perdonados por la justicia de Dios, por eso Dios extendió su misericordia. Y no fue solo misericordia. Fue compasión profundamente tierna, cariño y misericordia hacia nosotros como pecadores.
Ahora, Dios manifestó ese tipo de cariño y de compasión hacia nosotras. Así que cuando Jesús vino a la tierra, Él fue la exacta semejanza e imagen de Dios. Él era el Hijo de Dios encarnado. Y debe de esperarse que Jesús hubiera expresado el mismo tipo de cariño de compasión de anhelo hacia la gente necesitada. Eso es lo que ves a través de todos los evangelios.
Estoy maravillada de cuántos casos hay. Déjame compartir varios contigo. Por ejemplo, en Lucas capítulo 7, hicimos referencia a este pasaje al principio de esta serie. La viuda cuyo hijo acababa de morir, Jesús se encontró con la procesión fúnebre. Y en la Biblia NVI, es traducido como, «el Señor se compadeció de ella» (v. 13).
Él fue movido a compasión. Él tuvo esa tierna misericordia hacia esta mujer. En Mateo capítulo 14, leemos luego del incidente donde Juan el Bautista fue decapitado por Herodes, que los discípulos fueron y le dijeron a Jesús, y «al oír esto, Jesús se retiró de allí en una barca, solo, a un lugar desierto; y cuando las multitudes lo supieron le siguieron a pie desde las ciudades. Y al desembarcar…» (vv. 13-14).
Él había ido a llorar, a estar a solas con Su Padre celestial, lamentando la muerte, el martirio de su primo, Juan. Pero al llegar a la orilla del mar, vio que la multitud lo siguió, ¿y qué hizo Él? Tuvo compasión de ellos –splanchnon.
¿Qué hizo por ellos? «Tuvo compasión de ellos y sanó a sus enfermos» (v.14). Esa splanchnon, esa compasión, esa misericordia de Dios lo hizo sensible a nuestras necesidades y a nuestra aflicción. La splanchnon, la misericordia tierna de Dios siempre lo mueve a Él a hacer algo acerca de nuestra necesidad.
Ves el mismo concepto en Mateo capítulo 15, solo un capítulo después, donde las multitudes llegaron a Él y trajeron a los lisiados, los ciegos, los paralíticos, los mudos, y muchos otros, y los pusieron a los pies de Él y Él los sanaba.
Luego en el versículo 32 dice: «Entonces Jesús, llamando junto a sí a sus discípulos, les dijo: Tengo compasión de la multitud, porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos sin comer, no sea que desfallezcan en el camino».
Jesús tenía esta splanchnon, esta misericordia profundamente entrañable, compasión hacia esta multitud hambrienta. ¿Qué hizo? Él preparó un almuerzo. Él tomó los panes y los peces y dio de comer a los cinco mil. Él hizo algo acerca de su necesidad. Y en Mateo capítulo 20, ves a dos hombres ciegos que estaban junto al camino afuera de Jericó. Ellos oyeron que Jesús pasaba y gritaron, «Señor, ten misericordia de nosotros» (v. 30). Y Jesús se paró y llamó, a estos hombres ciegos. Y Él les dijo, «¿qué quieren que Yo haga?» Ellos dijeron, «Señor, queremos que nuestros ojos sean abiertos» (v. 34 parafraseado). Movido con compasión, splanchnon, misericordia entrañable; cariño interior intenso. Jesús hizo algo.
¿Qué hizo? Él tocó sus ojos e inmediatamente recibieron la vista y lo siguieron a Él.
En Marcos capítulo 1, ves a un leproso que vino a Jesús, cayendo sobre sus rodillas, implorándole diciendo, «Señor, si tú quieres puedes limpiarme» (v. 40, parafraseado). Movido con compasión, tierna misericordia, Jesús estiró Su mano y tocó al hombre inmundo y dijo, «Yo quiero, sé limpio» (v. 41, parafraseado).
Lo ves en la historia que Jesús contó en Lucas capítulo 10, acerca de un hombre que iba a Jericó. Cayó entre ladrones que lo despojaron y lo golpearon y se fueron y lo dejaron medio muerto; y un Levita y un sacerdote pasaron por el camino. Vieron al hombre, pero simplemente siguieron caminando.
Luego hubo un samaritano que mientras viajaba llegó a donde estaba este pobre hombre. Cuando lo vio, él tuvo splanchnon; él tuvo compasión; fue movido a compasión.
«Y acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas; y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó» (v. 34). Ahora, el pasaje continúa refiriéndose al samaritano, al buen samaritano, como el que demostró misericordia. Son las mismas dos palabras que vemos en Lucas capítulo 1, la tierna misericordia de Dios.
Lo ves también en el corazón del padre del hijo pródigo. Cuando su hijo regresa, arrepentido, su padre lo vio cuando todavía estaba lejos. Sintiendo compasión, splanchnon.
¿Y qué hizo? Él corrió; lo abrazó; lo besó; lo restauró. Él hizo algo acerca de la condición miserable en la que estaba su hijo.
Así que vimos que Jesús vino a esta tierra y todo el tiempo, a dondequiera que iba, las multitudes con individuos, leprosos, ciegos, prostitutas, quien fuera que tuviera necesidad, Él tuvo splanchnon, tierna misericordia, compasión, cariño intenso, un corazón lleno de tierna misericordia.
Fue el corazón de Dios hacia los afligidos, hacia los necesitados, y hacia los pecadores. Fue el corazón de Dios que lo movió a Él a hacer algo acerca de esta condición.
El apóstol Pablo, mientras seguimos en el Nuevo Testamento, habiendo experimentado por sí mismo la tierna misericordia de Dios al perdonarle sus pecados, él sentía compasión por los demás con la misma splanchnon, la tierna misericordia, el cariño de Jesucristo. Tú puedes ver esto expresado en sus cartas.
Recuerda Filipenses capítulo 1, el versículo 8, donde Pablo les dice a los creyentes de Filipos, «cuánto os añoro a todos…», la palabra splanchnon, «cuánto os añoro a todos en el entrañable amor de Cristo Jesús».
Somos llamadas a tener esa misericordia tierna, esa compasión intensa, ese anhelo, ese cariño hacia otros a nuestro alrededor que tienen necesidad.
Eso es lo que leemos en Colosenses capítulo 3, el versículo 12: «Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados (nosotros, por cierto, quienes hemos recibido la tierna misericordia de Dios, ¿qué debemos hacer?), revestíos de tierna compasión». Pónganse la splanchnon; ponte tierno cariño, tierna compasión; entrañables misericordias, esa es la misma frase aquí.
Dios la tiene; Jesús la demostró. Ahora que has recibido la tierna misericordia de Dios, tú se lo demuestras a otros. Ahora, solo quiero enfatizar que la splanchnon de Dios siempre resulta en algún tipo de acción.
No es solo algo que sientes. Te mueve a hacer algo acerca de la necesidad de la persona que está en angustia, de la persona que está afligida. La splanchnon de Dios, la splanchnon de Cristo los motiva a hacer lo que sea necesario para cubrir la necesidad.
¿Tienes compasión de la multitud hambrienta? Les das de comer. ¿Tienes una viuda carente? La consuelas y le regresas su hijo. ¿Tienes gente enferma en la multitud? Los sanas. ¿Tienes un hombre ciego que necesita la vista? Tu compasión te mueve a restaurarle la vista. ¿Tienes un leproso? La entrañable misericordia de Cristo lo movió «movido por compasión», Él lo tocó y sanó al leproso.
Él enseñó a las multitudes que estaban sin pastor, ese es otro pasaje que no vimos donde dice que «Él fue movido con compasión porque eran como ovejas sin pastor». Él se acercó y les enseñó.
El buen samaritano tuvo entrañable misericordia, no solo pasó por el lado y dijo, «me da pena, siento pena por ti», como nosotras a veces hacemos cuando vemos un programa de televisión, una película, o un documental, un reportaje noticioso acerca de alguna parte en el mundo donde está pasando algo terrible, y nosotras decimos, «¡oh, eso es terrible, qué mal me siento!» Y quizás aun hasta lloremos. Quizás nos sentimos muy mal.
Splanchnonnunca para de sentirse mal. Nunca para de sentir compasión. Se mueve a accionar. Así que el buen samaritano hizo algo acerca de las necesidades del hombre herido que estaba al lado del camino.
El padre del pródigo, no solo sintió esa compasión, sino que corrió, abrazó y besó a su hijo. Él restauró a su hijo que se había arrepentido.
Una amiga vino de visita y nos pusimos a hablar. Ella tiene un ministerio de cuidado de niños adoptivos de manera temporal, lo que se conoce como Foster children. Ella me estaba contando acerca de algunas situaciones desesperantes en los hogares de donde vienen algunos de esos niños. La semana antes, ella había recibido una llamada de la madre biológica de uno de etsos niños, que tenía de regreso a su hijo con ella. El niño estaba de regreso en la casa. La madre biológica había llamado y dicho, «¿puedes acompañarme a la sala de emergencias con mi hijo?»
Ocurría situación tras situación. Ella me decía acerca de las situaciones horribles de donde vienen muchos de estos niños. Mi amiga me decía cómo todo esto le rompe el corazón. Te podías dar cuenta mientras ella hablaba que estaba muy preocupada acerca de dónde venían estos niños, acerca de lo que estaba pasando en sus casas y la agonía que es tener que mandar a algunos de estos niños adoptivos temporales de vuelta a sus casas donde ellos ya saben cómo va a ser la situación.
Ella estaba llena de splanchnon mientras me decía esto. Lo sentía muy profundamente. Ella me dijo, «Nancy, hay momentos cuando me he ido a dormir llorando en la noche pensando en lo que pudiera estar pasando alguno de estos niños». Aquí está esta mujer que fue movida por compasión, entrañable misericordia, emoción profundamente interna, enternecimiento y preocupación.
Ella no solo se queda ahí sentada, sin hacer nada. Ella es una mujer que ha sido movida a hacer algo al respecto. Así que uno tras otro, ella, su esposo y sus hijos toman a estos niños adoptivos temporalmente en su hogar, bebés, pequeñitos, en su hogar y los cuidan.
Es splanchnon que se demuestra en misericordia. Mientras yo la escuchaba, estaba en medio de los preparativos para estas sesiones, y pensé, «acabo de ver una ilustración visual del corazón de Dios por los pecadores».
Juan el Bautista vino a dar conocer la salvación a su pueblo, el perdón de sus pecados por la tierna misericordia de nuestro Dios. Recordé mientras veía a esta mujer, la maravilla que es que Dios tuviera ese corazón hacia nosotras; que Él viera nuestra necesidad, y que el Dios que es alto y santo y exaltado e infinitamente más allá y por encima de nosotras, se inclinara para tener splanchnon, tierna misericordia, entrañable misericordia, compasión. Un Dios que se preocupa profundamente, que añora con compasión, y que fuera movido por esa compasión.
¿Por qué debería Dios preocuparse por nosotros en nuestro pecado? ¿Por qué debería importarle? Éramos sus enemigos. ¿Por qué debía importarle a Él? ¿Por qué debería Él hacer algo al respecto? ¿Por qué debería Él vestirse a Sí mismo de carne humana y venir a la tierra y vivir en nuestro mundo pecaminoso y morir nuestra muerte para que pudiéramos ser liberadas de nuestros pecados? ¿Por qué? Es splanchnon, la tierna compasión y misericordia de nuestro Dios. ¡Qué maravilla!
Annamarie: ¿Has pensado en la viva imagen que una madre compasiva es de Dios? Nancy DeMoss de Wolgemuth nos ha estado ayudando a ver la increíble compasión de Dios.
Algunas mujeres que han escuchado esta enseñanza de Nancy, compartieron un poco de lo que han aprendido. Escuchemos algunos de sus comentarios.
Mujer 1: Cuando estamos hablando acerca del pasado, el presente y el futuro, Dios es el Dios Yo Soy. Y el Dios Yo Soy es el todo del pasado, del presente, y del futuro. Así que no podemos tener el pasado y el presente sin el futuro. Es absolutamente garantizado. Él es el Dios del presente, el Dios Yo Soy, el Dios del ser. Lo tenemos todo en Jesús.
Nancy: Ella acaba de decir en segundos lo que me tomó a mí seis horas decir.
Mujer 2: Las ideas que expresaste me ayudaron a darme cuenta, y realmente me trajeron convicción, acerca de celebrar la Navidad. Mucho del énfasis es en la venida de Jesús, Dios viniendo en la carne. Estuve meditando en eso, Su amor y Su tierna misericordia. Sin embargo, no he meditado en Él como mi Redentor. Esto me ha refrescado a mí. Gracias. Quiero meditar en eso más.
Nancy: A menudo pensamos en Cristo como el redentor cuando llegamos al Viernes Santo y a la Pascua. Pero es interesante que alrededor del tiempo del nacimiento de Cristo, o justo antes del nacimiento de Cristo, Zacarías dijo: «Bendito el Señor Dios de Israel quien ha visitado y redimido a su pueblo».
La redención estaba atada al nacimiento de Cristo. Eso fue lo que Cristo trajo. Todo lo que vendría a través de Él es parte de esto. Así que mientras celebramos esta Navidad, celebramos no solo el nacimiento sino la redención que es nuestra a través de Cristo.
Mujer 3: Pienso que lo que más me impactó a mí, fue el hecho de que no podemos encender la luz en el corazón de otra persona. Pienso que a veces por la virtud de la manipulación, tratamos de hacer que la gente haga cosas que solo Dios puede hacer. Fui muy alentada por eso.
Debemos tratar de vivir la vida cristiana frente a ellos. Debemos orar, debemos confiar, debemos mirar a Dios encender esa luz en sus corazones. Por eso fue de gran ánimo para mí el hecho de que podamos encomendarle esto a Dios.
Annamarie: Espero que te hayas podido identificar con algo de lo que estas mujeres de nuestra audiencia han compartido.
A lo largo de los años también hemos escuchado numerosos testimonios de cómo Dios usa series de enseñanzas como esta en las vidas de las oyentes. Al visitarnos en AvivaNuestrosCorazones.com, encontrarás un gran archivo de series de programas sobre diversos temas. Los puedes encontrar fácilmente haciendo uso del buscador. Escucha lo que una mujer nos compartió acerca de cómo han sido impactadas en su iglesia local con el mensaje de la feminidad bíblica.
Mujer 3: En cuanto a la feminidad bíblica, ha sido también una tremenda bendición para nuestra congregación, porque es como un apoyo para las hermanas, para animarlas a que vean cuál es el llamado. A través de Aviva Nuestros Corazones han tomado la visión del hecho de poder estar ahí para sus hijos y para sus esposos, y no salir a la calle a trabajar y dejar la familia. Han podido tomar esa decisión. Sé de hermanas que ha sido a través de Aviva Nuestros Corazones que han terminado de tomar la decisión en cuanto a esa área en su vida. En mi iglesia local, la manera de vestir, han sido de gran ayuda todas esas enseñanzas. Una vez más, muchas gracias Aviva Nuestros Corazones
Annamarie: ¡Gracias por compartir tu testimonio con nosotros! Es nuestra oración que muchas mujeres más puedan escuchar acerca de la feminidad bíblica y del avivamiento.
Nancy: Así es Anna. Oyentes como esta de la que escuchamos, apoyan Aviva Nuestros Corazones, de modo que podamos continuar llevando a cabo nuestra misión de llamar a más mujeres a libertad, plenitud y abundancia en Cristo.
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