Me siento sola, ¿qué hago?

Hemos iniciado una serie de respuestas a tus preguntas. Nuestra intención no es responder estas preguntas de forma exhaustiva, pero sí de manera que puedas iniciar una conversación con alguna mujer madura en la fe de tu iglesia que te pueda ayudar a explorar cómo puedes poner en práctica en tu vida diaria los principios que te compartiremos. 

El día de hoy queremos hablar sobre la siguiente pregunta: Me siento sola, ¿qué hago?

La realidad es que esta es generación que se identifica con sentimientos de soledad, pero es increíble que aún con la cantidad masiva de interacciones digitales en las redes sociales, las jóvenes reportan sentir una soledad profunda. 

Puede ser que te sientas incomprendida por quienes te rodean en casa, que tus amigos te hayan defraudado o que simplemente no tengas amigos. Tal vez tu fe en Cristo te hace diferente o sientes la apatía de algunos cristianos y parece que te ahogas en soledad. Pero la verdad es que hemos creído la mentira de que algo en este mundo puede librarnos de la soledad. 

Aquí te compartimos algunos de los versículos y frases de este episodio:

1. No eres la única

• Todos los seres humanos hemos experimentado el dolor de la soledad. La Biblia no esconde esta realidad, ni tampoco tú debes mantenerla en oscuridad. Dios conoce tu corazón, de manera que puedes acercarte a Él con una oración sincera. 

«Vuélvete a mí y tenme piedad, porque estoy solitario y afligido». -Salmos 25:16

«No puedo dormir; soy cual pájaro solitario sobre un tejado». -Salmo 102:7

• Solamente puedes ser libre y encontrar lo que necesitas en el momento de soledad cuando vienes a la fuente correcta, cuando traes tu soledad a la luz y la expresas delante de Dios.

2. No fuiste creada para estar sola

• Dios te creó a Su imagen y semejanza para que vivas en comunión con Él y con los demás para Su gloria. Tal como nos lo ejemplifica la trinidad que está en perfecta comunidad y armonía.

«Y dijo Dios: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza”». -Génesis 1:26

3. El pecado dañó todas las cosas e introdujo la soledad al corazón humano

• El pecado nos dejó desamparadas, solas y alejadas de Dios y de toda Su bondad. También quebró las relaciones y dificultó la armonía entre los seres humanos.

¿Cuál es la noticia de esperanza?

4. Cristo vino a restaurar todas las cosas

• Cuando depositas tu fe en Jesucristo y en Su obra perfecta en tu lugar, tienes la garantía de una restauración completa de tu relación con Dios. Antes estabas alejada de Él, ahora Él te ha acercado para siempre. 
• Ahora Cristo vive en ti y te promete una eternidad en perfecta comunión donde jamás experimentarás ningún sentimiento de soledad. 

Y si estando en Cristo, aún te sientes sola…

Considera a Jesús

• Él experimentó momentos horribles de soledad y traición, pero nunca pecó. Por esta razón, hoy puedes ampararte en Su gracia y disfrutar de Su compañía todos los días de tu vida.

«Y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo». -Mateo 28:20

Informa a tu sentimiento de soledad con la verdad

• Nunca estás realmente sola, vives de cara a Dios y en la presencia de Dios todo el tiempo. Eso lo cambia absolutamente todo.
• Si estás en Cristo, el sentimiento de soledad que te consume no te define.

«Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él los exalte a su debido tiempo,echando toda su ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de ustedes». -1 Pedro 5:6-7

• Sentirte sola no es sinónimo de que algo anda mal contigo. Aun en los momentos más oscuros, la luz del evangelio resplandece para darnos consuelo y esperanza.
• Entrega tu soledad a Dios y pídele que Él sea tu refugio. Evita caer en una práctica de autoconmiseración.
• Informa tus sentimientos con la verdad. Identifica cuáles son los anhelos de tu corazón que crees que pueden curar tu soledad y mira si hay algo que estés deseando más que a Cristo mismo.

Acércate a alguien

• Una vez satisfechas en Cristo, necesitamos unirnos al cuerpo de Cristo.
• La soledad no es sinónimo de aislamiento, ¡acércate a alguien! Una mujer madura en la fe es una provisión de Dios para protegerte aún en los momentos de sentimiento de soledad. No te alejes del cuerpo de Cristo.
• Cultiva amistad con otras personas.
• Sirve a otros. 
• Lee biografías de creyentes del pasado.

Reduce el uso excesivo de las redes sociales 

• No seas presa de las versiones falsificadas de comunidad. Las redes sociales pueden consumir tu tiempo y tu energía, y pueden dejarte igual de sola.

Nutre tu comunión con Cristo

• ¿Quieres tener comunión con Dios? Él quiere hablarte a través de Su Palabra, Él quiere escucharte en oración.

*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la temporada de podcast.