
Una mente alineada a la Palabra es la base de una fe inquebrantable
Hoy llegamos al último episodio de esta serie acerca de la conciencia. Estaremos hablando de algo que muchas chicas viven en silencio: la comparación. Vamos a considerar la ansiedad que eso genera, y lo más profundo de todo, cuando nuestra fe empieza a tambalear y sentimos que no podemos salir del hoyo en el que estamos. ¡No te pierdas el episodio de hoy! ¡Puedes ver el video aquí!
Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:
¿Cómo podemos anclar nuestra identidad, valor y propósito en Cristo cuando nos sentimos vacías o rotas?
«Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras…». —Efesios 2:10
- Si no estás anclada en lo que Dios dice de ti, te acostumbrarás a medirte con los estándares humanos: cómo te ves, quién te quiere, qué has logrado, cómo te va en el colegio, …
Hoy llegamos al último episodio de esta serie acerca de la conciencia. Estaremos hablando de algo que muchas chicas viven en silencio: la comparación. Vamos a considerar la ansiedad que eso genera, y lo más profundo de todo, cuando nuestra fe empieza a tambalear y sentimos que no podemos salir del hoyo en el que estamos. ¡No te pierdas el episodio de hoy! ¡Puedes ver el video aquí!
Aquí te compartimos algunas frases y versículos del episodio de hoy:
¿Cómo podemos anclar nuestra identidad, valor y propósito en Cristo cuando nos sentimos vacías o rotas?
«Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras…». —Efesios 2:10
- Si no estás anclada en lo que Dios dice de ti, te acostumbrarás a medirte con los estándares humanos: cómo te ves, quién te quiere, qué has logrado, cómo te va en el colegio, la universidad o en el trabajo. Cuando haces eso, es imposible vivir en paz.
- Necesitas recordar que tu valor no viene de ti ni de los demás, sino de Aquel que te creó y te redimió.
- En medio de una crisis emocional debes recordar que tu identidad en Cristo no significa negar el dolor o hacerte fuerte. Significa correr a la verdad cuando tus pensamientos están gritando mentiras.
Cuando la fe fluctúa
«Esperé pacientemente al Señor, y Él se inclinó a mí y oyó mi clamor. Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos». —Salmo 40:1
- Se requiere al decir que nuestra fe mengua y que no sabemos si podremos salir del abismo en el que sentimos que estamos. Pero, ¡no estás sola y no estás demasiado lejos como para que Dios no te alcance!
- Dios no está esperando que salgas por ti misma del hoyo. Él se inclina hacia ti. Él te escucha. Él te saca.
- Te toca clamar, aunque no tengas palabras bonitas. A veces, el paso más valiente que puedes dar en medio de esa lucha es simplemente decirle a Dios: «No puedo sola, pero aquí estoy».
«Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad». —2 Corintios 12:9 (RV 60)
- Romper con lo que te atrapa no siempre es un evento único. A veces es un proceso de obediencia diaria, de decirle no hoy, de leer la Biblia cada día, aunque no sientas nada, de pedir ayuda a una hermana madura en la fe a quien podamos rendir cuentas, y de cortar el acceso a eso que nos hace caer.
- No hay abismo tan profundo del que Cristo no pueda levantarte. A veces nos sentimos incapaces de romper con lo que nos atrapa porque hemos intentado hacerlo con nuestras propias fuerzas. Pero la Palabra nos recuerda que no es en nuestras fuerzas, sino en Su poder.
- Si hoy te sientes débil, rota, vencida… entonces estás en el lugar perfecto para ver el poder de Dios obrar. Él no necesita que llegues fuerte, solo que llegues rendida.
«Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón, y salva a los abatidos de espíritu». —Salmo 34:18
- Dios no es indiferente a tu dolor. Él no exige que tengas todo resuelto para venir a Él. Él te dice: «Ven tal como estás, y Yo haré el resto».
«…despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en[b] Jesús, el autor y consumador de la fe…». —Hebreos 12:1-2
- No se trata solo de dejar el pecado, sino de correr con los ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe.
- Si tu enfoque está solo en lo que quieres dejar, te vas a desgastar. Pero si tu enfoque está en Aquel que ya venció el pecado por ti, entonces puedes caminar en victoria, incluso con tropiezos.
- ¡Sí puedes romper con el pecado que te atrapa! Pero no porque eres fuerte, sino porque Cristo ya rompió las cadenas del pecado en la cruz. Hoy no necesitas una estrategia nueva, necesitas mirar de nuevo a Cristo, confesar, rendirte, y recordar que Su gracia no se agota.
¿Por qué el evangelio sigue siendo suficiente incluso cuando fallamos una y otra vez?
- ¡Porque no depende de ti! Porque no hay nada que puedas hacer para merecer la salvación. Y Cristo lo sabía en el momento que dio Su vida en la cruz. ¡Por eso lo hizo! Él sabía que si no daba Su vida, que era perfecta y sin mancha por la nuestra, no tendríamos esperanza. ¡PERO DIOS!
- Esto no significa que tienes una excusa para pecar. Si realmente le entregaste tu vida a Cristo y eres Su hija, debería haber un cambio notable en ti porque no deberías desear el pecado.
- El camino de la vida no es uno que no viene sin altas y bajas, pues estamos transcurriendo en un cuerpo débil y caído. Pero puedes vivir confiada de que no hay nada que te pueda separar del amor de tu Padre. Eso debería llevarte a querer vivir como Él y para Él en cada área de tu vida, incluyendo en tu presencia digital.
Para reflexionar:
- Renovar la mente no es como apretar un botón ni hacer «refresh» a una página. Es un proceso diario, muchas veces invisible, que se libra en el campo de batalla de nuestros pensamientos, deseos y hábitos. Pero no estamos solas en esa lucha.
- ¡Corre a Cristo! No importa cuán lejos te hayas sentido, cuántas veces hayas tropezado o cuán rota te percibas. Él no espera perfección. Él espera rendición.
- El Dios que transforma la conciencia también transforma el corazón, y Su gracia es más fuerte que tu culpa.
- Correr a Cristo nunca es en vano. Ahí es donde comienza la verdadera libertad.
Recursos recomendados:
Episodio, Digna del llamado
Episodio, Libertad
Episodio, Medita en la obra de Cristo
Episodio, ¿Cómo mato el pecado en mí?
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