Día 105 | 1 Reyes 16 – 18
«Entonces la mujer dijo a Elías: “Ahora conozco que tú eres hombre de Dios, y que la palabra del Señor en tu boca es verdad”». -1 Reyes 17:24
Acompáñame mientras profundizamos en algunos aspectos importantes del primer libro de Reyes 16-18:
- Aunque no ocupamos el cargo de rey como Baasa, sí hemos sido puestas por Dios en posiciones de influencia como madres, esposas y mujeres que enseñan a otras mujeres con el propósito de servir, discipular, bendecir y no ser instrumento de tropiezo. Cuidemos nuestras palabras y acciones ante todos los que están en nuestra área de influencia.
- Al reflexionar sobre la manera en que actuaron los reyes del reino del Sur y del Norte, notamos que ambos reinos se inclinaron a la práctica de la idolatría y el sacrificio a los ídolos. Esto me hace pensar en que hoy en día …
«Entonces la mujer dijo a Elías: “Ahora conozco que tú eres hombre de Dios, y que la palabra del Señor en tu boca es verdad”». -1 Reyes 17:24
Acompáñame mientras profundizamos en algunos aspectos importantes del primer libro de Reyes 16-18:
- Aunque no ocupamos el cargo de rey como Baasa, sí hemos sido puestas por Dios en posiciones de influencia como madres, esposas y mujeres que enseñan a otras mujeres con el propósito de servir, discipular, bendecir y no ser instrumento de tropiezo. Cuidemos nuestras palabras y acciones ante todos los que están en nuestra área de influencia.
- Al reflexionar sobre la manera en que actuaron los reyes del reino del Sur y del Norte, notamos que ambos reinos se inclinaron a la práctica de la idolatría y el sacrificio a los ídolos. Esto me hace pensar en que hoy en día también es fácil caer en el pecado de la idolatría, rindiéndonos a lo que el mundo define como «aceptable o normal». No nos dejemos engañar por el relativismo del mundo. Nuestro estándar, nuestra referencia de lo bueno y lo malo siempre debe ser tomada de la Palabra de Dios. Si nuestra confianza no está puesta en Dios, estará puesta en los ídolos de este mundo.
- En el capítulo 16 leemos que cuando el rey Zimri vio que estaba acorralado, se quitó la vida prendiendo fuego al palacio con él adentro. Cuando nos sintamos acorraladas o sitiadas por el enemigo, por fuertes pruebas o por nuestros propios pecados, corramos a Dios. Él es nuestra torre fuerte y nuestro refugio. Él nos sustentará, nos protegerá, nos fortalecerá, nos perdonará y nos limpiará. Él ha prometido que ninguna prueba que Él nos dé será mayor de lo que podamos soportar, y Él siempre nos provee la salida como dice 1 Corintios capítulo 10 versículo 13. Incluso, querida hermana, Dios nos llama a atravesar las pruebas con sumo gozo, pues estas fortalecen y perfeccionan nuestro carácter, dice Santiago capítulo 1 versículos 2 al 4.
- Cuando veo que Hiel de Betel reedificó a Jericó a precio de la vida de su primogénito, recuerdo que nosotras mismas podemos cometer el mismo pecado al querer desarrollar nuestros ministerios de iglesia o nuestras profesiones a costa de arriesgar el tiempo y dedicación que necesitan nuestros hijos. Debemos tener sumo cuidado de no intercambiar el orden de prioridades que Dios nos ha dado.
- Los pensamientos y caminos de Dios son mucho más altos que los nuestros, así como Él envió cuervos para alimentar a Elías, de la misma forma puede proveer sobrenaturalmente a cada una de nuestras necesidades. Dios es el creador y dueño absoluto de todas las cosas, nada puede limitar Su obrar, ¡nada! Ni las leyes físicas, pues Él las creó. Tan solo cree en Sus promesas, no dudes.
- Al meditar sobre la actitud de Elías y la viuda de Sarepta, aprendemos que ambos escucharon las instrucciones de Dios, pero no solo escucharon, sino que actuaron en fe a esa palabra dada; por eso, vieron el obrar poderoso y sobrenatural de Dios. Que Él nos ayude a no solo leer o escuchar Su Palabra, sino a actuar en fe.
- Me impacta la valentía que tiene Elías al presentarse ante el rey Acab a pesar de que éste procura su muerte. Su actitud me recuerda la porción de la Palabra que dice: «pero el pueblo que conoce a su Dios se mostrará fuerte y actuará». Elías conocía a su Dios, el único y verdadero, el único que tiene el poder sobre la vida y la muerte. Hermanas, no temamos a nada ni nadie, esforcémonos y actuemos, pues nuestras vidas están en las manos del único y sabio Dios.
- Estamos en esta tierra para ser sal y luz. Somos portadoras de la verdad y Dios mismo nos pondrá en situaciones donde tengamos que confrontar a todo aquel que practica el mal y que adora a falsos dioses. Avancemos confiadamente levantando el estandarte de la verdad y Él dará vista a los ciegos y audición a los sordos. ¡Él mismo honrará Su nombre y Su Palabra!
- Dios es fiel y cumple Sus promesas; no desmayemos, esperemos en Su Palabra como dice en Habacuc 2:3: «Aunque tarde, espérala; porque ciertamente vendrá, no tardará». Andemos por fe, no por vista.
¿En qué circunstancias se encuentra el pueblo?
¿Ves alguna progresión en esta historia? ¿Cuál?
¿Te identificas con el pecado de algunos de los personajes? ¿Cuáles?
¿Cómo Cristo, con Su vida perfecta y muerte, informa estos pasajes?
¿Qué cambios necesitas hacer?
Te invitamos a escuchar el pódcast Una caminata por la historia bíblica del ministerio Abre la Biblia, del pastor Collin Smith.
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