Día 171 | Salmos 75 – 78

Día 171 – junio 20

Salmos 75 – 78

Una de las cosas que me maravillan de los Salmos es la sinceridad de sus escritores. Asaf nos dejó un legado de transparencia ante Dios y ante los hombres en el Salmo 77. 

Así que, hermana querida, si te sientes angustiada, afligida y en tu corazón se han levantado dudas, no las encubras. Es cierto que no debemos andar «cantando» nuestras penas a todo el mundo, pues Dios siempre estará para escucharnos.

También es bueno tener a alguien de confianza con quien compartir tus cargas;así como la Palabra de Dios nos dice en Gálatas 6:2«Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo». 

Cuando pasamos por momentos difíciles somos propensas a dudar. Nos preguntamos si Dios nos ha rechazado, si no nos mostrará Su favor, si cesarán Sus misericordias o si olvidará tener piedad y compasión. Es precisamente en esos momentos cuando debes decirle a tu alma: ¡Esto jamás sucederá! 

• ¿Cómo puedes afirmar esta verdad en tu vida?

Toma tu Biblia, recuerda, medita y reflexiona en Sus obras, Sus maravillas, Sus hechos y en Su persona. Y si te encuentras en medio de alguna situación difícil, sería bueno que tengas a alguien que pueda recordarte estas cosas.

Veamos algunas: 

• A Su tiempo Él juzgará con equidad – Sal.75
• Él hace lo que quiera con cada quién; a uno humilla o exalta – Sal.75
• Él es el Único que debe ser temido, pues ante Su ira nadie podrá estar en pie – Sal.76 
• Él es Santo y Grande. Nadie es como Él – Sal.77
• Él es nuestro Redentor – Sal. 77
• Así como guió y cuidó a Su pueblo, de seguro lo hará con nosotras – Sal. 77 

¿Sabes por qué Él hará estas cosas?, «Porque Él estableció un testimonio en Jacob, y puso una ley en Israel… para que pusieran su confianza en Dios, y no se olvidaran de las obras de Dios, sino que guardaran Sus mandamientos…». –Salmos78:5,7 .

En pocas palabras, Él hizo un pacto con aquellos que serían Suyos, incluidas tú y yo. 

Israel olvidó esto, y nosotras también tendemos a olvidar. Nuestro olvido aflige y entristece a Dios. Sin embargo, como Él es compasivo y fiel a Su pacto, nos perdona, pastorea y otorga nuevas oportunidades. 

Preguntas:

• ¿Qué has olvidado de Dios que debes recordar? 
• ¿En cuáles obras, maravillas y hechos meditaras?