Día 177 | Salmos 108 – 113

Los versículos 1 al 5 del Salmo 108 aparecen en el Salmo 57:7-11, y los versículos 6-13, aparecen en el Salmo 60:5-12. ¡Mucho qué aprender!

Rodeado de adversarios, David, afirma su corazón alabando la misericordia, grandeza y veracidad del Señor. Reconoce también que solo el poder divino le permitiría hacer «proezas», como cuando mató a Goliat. 

Proeza significa: una acción de gran esfuerzo, valentía, virtud, fortaleza. Vivir virtuosamente en un mundo hostil a Dios requiere de una gran valentía. Valentía, es lo opuesto a la cobardía. Por la gracia de Dios, ya hemos recibido el «espíritu de poder» para llevar a cabo cuanto nos ordene. ¿Haces uso de ese poder?

El Salmo 109 es el Salmo imprecatorio más largo. ¿Cómo comprender el orar por venganza si Dios nos manda amar al enemigo? Dios es amor, pero también es justo.Todo lo que esté en contra de Su justicia debe ser motivo de oración. ¿Oras que Dios castigue la impenitencia y maldad de los que procuran detener que el Reino avance y por los que aborrecen a Su pueblo?

El Salmo 110 es «mesiánico». Este es mencionado varias veces en el Nuevo Testamento para confirmar a Jesús como Rey, Sacerdote y Vencedor. Porque le pertenecemos, debemos ofrecernos a Él voluntariamente. Para que fuésemos libradas de la muerte eterna, Él voluntariamente se ofreció a Sí mismo. ¿Cómo procuras ofrecerte al que es Poderoso y de esplendorosa santidad?

Los Salmos 111 y 112 son acrósticos. Cada frase empieza con una letra del alfabeto hebreo.

En el Salmo 111 se elogian las obras del Señor. El versículo 5 es uno de mis favoritos, pues lo he visto hecho realidad a lo largo de mi vida. Él siempre nos alimentará. ¡Si puso mesa en el desierto, de seguro que con nosotras también lo hará! El Salmo 111 termina diciendo que la sabiduría es temer a ese mismo Señor. ¿Qué tanto temes a Dios?

El Salmo 112 inicia con la bienaventuranza del que teme al Señor, y las bendiciones que recibe. 

Con el Salmo 113 se inicia el «Halel», que significa «Aleluya» o «Alaben al Señor». Porque Él es el supremo, incomparable, ayudador de los necesitados, y dador de hijos a la estéril. 

Alabarle es lo apropiado, ¡y hacerlo todos los días!

¿Qué enseñanza te dejaron estos salmos?

¿Cómo puedes vivir en alabanza a Dios? Quizá con un corazón lleno de gratitud. Cuéntanos.

Y por último, transforma lo que aprendiste en una oración.

«Quién es como el Señor nuestro Dios, que está sentado en las alturas, que se humilla para mirar lo que hay en el cielo y en la tierra?». -Salmo 113:5

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