Día 6 | Génesis 19 – 22

A causa de la total depravación de Sodoma y Gomorra el Señor la destruye por completo (19:24), no sin antes alertar al único justo que vivía en aquel lugar (19:15-17). Lot se había establecido en esta ciudad impía y había levantado una familia allí. Aunque considerado justo, en su estilo de vida no estaba totalmente consagrado a Dios. En Su misericordia, Dios lo salvó de la destrucción, pero las consecuencias de sus elecciones las vemos en la siguiente generación. Sus familiares se burlaron de los ángeles cuando vinieron a salvarlos y sus hijas terminaron adoptando las formas de aquella cultura (19:32-37).

Examina tu vida. ¿Te ves reflejada en las elecciones de Lot? ¿De qué forma? ¿Vives cerca de Sodoma en algún área de tu vida? ¿Qué pasos prácticos puedes tomar para consagrar tu vida a Dios de una forma más determinada?

1. Dios defiende a Sara de nuevo cuando su esposo la pone en peligro (20-1:8). Dios estaba protegiendo a Sara y Su propósitos que no pueden ser estorbados, ni aun por la debilidad humana. El mismo Abimelec reprende a Abraham por su engaño. ¿Alguna vez has sido confrontada por la conducta o la integridad de alguien que no conoce a Dios? ¡Comparte debajo!
2. Dios cumple Sus promesas tal y como Él lo ha establecido (21:1-2). ¿Cómo alienta esta verdad tu fe en cuanto a «eso» que estas esperando que Dios haga en tu vida?
3. Dios probó la fe de Abraham al pedirle que ofreciera al hijo que había esperado por tantos años y a través del cual le había hecho tantas promesas (22:1-2). Y Abraham pasó la prueba: él amaba a su hijo pero amaba más a Dios. Por esto obedeció sin importar el sacrificio. 

«Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.» –Juan 23:3 (RV60)

¿Qué valor tiene Cristo para Ti? ¿Hay algo que debes entregarle y que insistes en retener? ¿Cuál es ese acto de adoración sacrificial que Dios te está llamando a hacer?

La mejor adoración se da cuando entregas tu vida como sacrificio vivo de alabanza a Él. 

Recuerda: Hemos creado un ídolo cuando la bendición de Dios o sus dádivas son más atesoradas en nuestro corazón que el Dador de ellas. Nada tiene más valor que Cristo.

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