La mentira de la validación personal y el llamado a morir
Todas anhelamos ser escuchadas, entendidas y acompañadas, pero hay una línea fina entre buscar consuelo, cuando verdaderamente estamos pasando por sufrimiento, y la de perseguir aprobación incondicional de otros para no tener que hacer cambios; para quedarnos exactamente donde estamos. ¡Escucha más en el episodio de hoy!
Frases destacadas del episodio de hoy:
Una cultura en decadencia:
- La generación de hoy no desea ser instruida, retada o exhortada. El mensaje de la cultura apoya esa falta de deseo, y apoya su carne y su necesidad de ser validada. Este mensaje de validación constante que nos vende la cultura va totalmente en oposición al evangelio.
- Vivimos en una cultura que idolatra la «empatía» y que la malinterpreta convirtiéndola en una empatía tóxica. Es una empatía que nos acomoda en nuestro pecado en lugar de retarnos a obedecer a Dios.
- Vivimos en una cultura que idolatra …
Todas anhelamos ser escuchadas, entendidas y acompañadas, pero hay una línea fina entre buscar consuelo, cuando verdaderamente estamos pasando por sufrimiento, y la de perseguir aprobación incondicional de otros para no tener que hacer cambios; para quedarnos exactamente donde estamos. ¡Escucha más en el episodio de hoy!
Frases destacadas del episodio de hoy:
Una cultura en decadencia:
- La generación de hoy no desea ser instruida, retada o exhortada. El mensaje de la cultura apoya esa falta de deseo, y apoya su carne y su necesidad de ser validada. Este mensaje de validación constante que nos vende la cultura va totalmente en oposición al evangelio.
- Vivimos en una cultura que idolatra la «empatía» y que la malinterpreta convirtiéndola en una empatía tóxica. Es una empatía que nos acomoda en nuestro pecado en lugar de retarnos a obedecer a Dios.
- Vivimos en una cultura que idolatra las «emociones» y nos dice: «Eres lo que sientes. Nadie debe corregirte para no herir tus sentimientos», y que si estás pasando por un momento difícil, lo último que necesitas es ser confrontada. Sin embargo, en ocasiones el momento difícil está causado por nuestra falta de cambio, en lo que es importante ser retado.
El llamado de la Biblia que contrarresta a la cultura:
- La Biblia nos llama a algo muy distinto: nos llama a ser enseñables y a morir a nosotras mismas.
- Cristo no se aferró a lo que merecía. No exigió ser entendido, validado, ni afirmado. Él se humilló. Y ese es el mismo sentir que tú y yo estamos llamadas a tener. Pero ¿cómo vamos a humillarnos si estamos tan enfocadas en ser validadas? (Fil. 2:5-8).
- Dios espera que las mujeres maduren, crezcan, aprendan y enseñen a otras. No que se queden estancadas en sus emociones, ni escondiéndose detrás de sus debilidades, ni que digan: «Es que yo soy así», o «Es que no puedo más», o «Es que nadie me entiende».
- Hay lugar para el consuelo y el ánimo. Pero también necesitamos corrección y exhortación. Necesitamos mujeres piadosas que nos digan con ternura: «Te entiendo, pero necesitas arrepentirte». Y eso no es crueldad, ¡es amor! (Heb. 12:11)
- Es mucho más fácil quedarnos atrapadas en el ciclo de nuestras emociones, de nuestra falta de disciplina, de las conductas que no nos ayudan a crecer ni madurar, en el cansancio, la irritabilidad y la autocompasión. Pero el fruto del Espíritu no es validación, es dominio propio (Gal. 5:23).
- El evangelio no nos deja en nuestro quebranto, en el lugar donde estamos, ni nos deja como nos encuentra. Nos llama a levantarnos, a cargar nuestra cruz, a arrepentirnos y a seguir a Cristo, pero no con nuestras fuerzas, sino por la gracia de Dios.
Aplicaciones prácticas
- La próxima vez que alguien te confronte o te muestre un camino diferente, cuando sientas que «nadie te entiende» o que «estás en tu derecho de sentirte así», pregúntate: «¿Estoy buscando consuelo en Cristo o estoy necesitando autoafirmación en mi dolor?».
- Busca una mujer madura en la fe que no solo te anime, sino que te confrontecon la verdad cuando lo necesites. Eso es parte del hermoso diseño de Dios para la comunidad.
- No le temas a la incomodidad. Muchas veces, la verdad que más nos molesta es la que más necesitamos escuchar.
- Evalúa lo que consumes en redes o en conversaciones: ¿esas cosas te empujan a mirar a Cristo o a mirarte a ti misma con lástima?
- Cristo no murió para que tú vivas atrapada en tus emociones y en tus debilidades de carácter. Él te perdona cuando vienes a Él arrepentida y no te deja como estás. Jesús murió para darte una vida nueva, con una mente renovada y un corazón transformado.
- No necesitas que te validen, ¡tú ya eres valiosa! ¡Eres Su hija amada! Lo que necesitas es que te liberen de ti misma. Esa libertad solo se encuentra cuando te humillas delante de Dios y cuando dejas que Su verdad moldee tus emociones, tus palabras, tus decisiones y tus reacciones cuando aceptas humildemente la corrección.
Pasajes bíblicos para ser alentada:
«Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús… el cual, siendo en forma de Dios… se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo… y se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz». — Filipenses 2:5-8
«…que enseñen a las jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, puras, cuidadosas del hogar…». —Tito 2:4-5
«Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados». — Hebreos 12:11 (RV 60)
«Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio…». —Gálatas 5:23
«Si desprecias la crítica constructiva, acabarás en pobreza y deshonra; si aceptas la corrección, recibirás honra». —Prov. 13:18 (NTV)
«La crítica constructiva es, para quien la escucha, como un pendiente u otras joyas de oro». —Prov. 25:12 (NTV)
«Mejor es la reprensión franca que el amor encubierto. Fieles son las heridas del amigo. Pero engañosos los besos del enemigo». —Prov. 27:5-6
«El hierro con hierro se afila, y un hombre aguza a otro». —Prov. 27:17
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