Mamá: tu rutina no es en vano
La rutina puede volverse monótona. Hay días que no son ni trágicos ni gloriosos, no pasa nada especial, nadie te aplaude, no ves ningún fruto, o no pasa nada bueno ni malo… ¿Te identificas? En medio de ese «nada», quizás te preguntes: “¿Dios todavía está conmigo? ¿Está haciendo algo en mis hijos y en mí, en medio de esta rutina? ¡Encuentra ánimo en el episodio de hoy!
Frases destacadas del episodio de hoy:
«Nunca te dejaré ni te desampararé». —Hebreos 13:5
- Esa no es una promesa vacía. Es la voz de Dios que no cambia, que es inmutable.
- Él no está contigo solo cuando todo es emocionante, cuando hay avances, cuando te sientes fuerte, o cuando estás en medio de pruebas. Dios está contigo en el silencio, en el cansancio, en el tedio de cada día, en lo que nadie ve.
…
La rutina puede volverse monótona. Hay días que no son ni trágicos ni gloriosos, no pasa nada especial, nadie te aplaude, no ves ningún fruto, o no pasa nada bueno ni malo… ¿Te identificas? En medio de ese «nada», quizás te preguntes: “¿Dios todavía está conmigo? ¿Está haciendo algo en mis hijos y en mí, en medio de esta rutina? ¡Encuentra ánimo en el episodio de hoy!
Frases destacadas del episodio de hoy:
«Nunca te dejaré ni te desampararé». —Hebreos 13:5
- Esa no es una promesa vacía. Es la voz de Dios que no cambia, que es inmutable.
- Él no está contigo solo cuando todo es emocionante, cuando hay avances, cuando te sientes fuerte, o cuando estás en medio de pruebas. Dios está contigo en el silencio, en el cansancio, en el tedio de cada día, en lo que nadie ve.
«¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz…? Aunque ella se olvide, aunque olvide ella, Yo nunca me olvidaré de ti». —Isaías 49:15 (RV 60)
- Esta es una hermosa comparación, porque el corazón de una madre es uno de los más entregados y atentos, y Dios dice: «Aun si tú te llegaras a olvidar de tu hijo o tu hija, Yo no te olvido».
- Dios está presente en medio de lo ordinario. Muchas veces no es el sufrimiento lo que nos hace dudar de Dios, sino lo común, lo cotidiano. No es la tragedia, es la rutina:
- Cambiar pañales
- Corregir la misma actitud una y otra vez
- Cocinar todos los días
- Lavar los platos otra vez
- Enseñar lo mismo una y otra vez…
«Por tanto, mis amados hermanos, estén firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano». —1.ª Corintios 15:58
- Tu trabajo no es en vano. Aun cuando nadie más lo ve. Porque si lo haces en el Señor, en Su nombre, con fe, con amor, con gracia, dependiendo de Él, entonces es obra del Señor.
«No nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos». —Gálatas 6:9
- Tú estás sembrando, aunque no veas aún la cosecha.
- Dios sabe que somos humanas y que somos débiles, y que muchas veces nos cansamos de no ver recompensa de nuestra labor.
- Dios se glorifica en todo tiempo. A veces queremos que Dios haga algo «grande», algo que nos emocione. Pero Dios no tiene que hacer cosas excepcionales para recordarnos y asegurarnos que Él está presente. Él se glorifica en lo que parece pequeño.
«En cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos Míos, aun a los más pequeños, a Mí lo hicieron». —Mateo 25:40
- Cuando tú sirves a tu hijo con amor, cuando le das ese vasito de agua, cuando lo escuchas pacientemente, cuando oras por él, cuando corriges con ternura, estás sirviendo a Cristo mismo. ¡Eso es glorioso!
- En medio de todo eso, Dios está obrando en ti, en tus hijos, en tu familia, en medio de tu cocina, tu sala, tu carrito de supermercado… ¡Él te está formando, puliendo y usando como instrumento en las vidas de tus hijos!
- Quizás tú no ves lo que Dios está haciendo ni preparando. Pero un día mirarás atrás y dirás: «Ahí estaba Él. En esos días largos y repetitivos. Me estaba moldeando. Se estaba glorificando y haciendo una obra en las vidas de mis hijos».
- Así que hoy, cuando te levantes a seguir con las tareas de tu hogar, cuando laves ropa, o le enseñes una tabla de multiplicar, o consueles a uno de tus hijos que está llorando, recuerda esto:
- Dios está contigo.
- Dios no se ha olvidado de ti.
- Dios está obrando en medio de la cotidianidad, en medio de tu rutina, y se está glorificando.
- No necesitas hacer cosas grandes. Solo necesitas permanecer fiel, caminar cada día en Su gracia y descansar en Su amor que nunca cambia.
- Dios mismo prometió que Él está contigo todos los días hasta el fin del mundo.
Pasajes bíblicos para ser alentada:
«Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo». —Mateo 28:20
Recursos recomendados:
Episodio, El impacto de lo rutinario
Episodio, Dios está trabajando
Episodio, Mamá, descansa en Su gracia
¡Te invitamos a unirte al canal oficial de QAASH en Instagram aquí!
*Ofertas disponibles solo durante la emisión de la series de podcast.
Únete a la conversación