Un salmo para madres ocupadas y preocupadas

Temas: Vida Cristiana

No es un secreto que la maternidad ocupa nuestro tiempo, pensamientos y nos drena las fuerzas. Es un trabajo 24/7 y, a veces, cuando queremos descansar, el descanso puede convertirse en un campo de batalla que requiere nuestra atención. Hoy Elba de Reyes compartirá contigo un salmo muy especial y conocido que nos trae ánimo y descanso en medio de nuestra maternidad.

Frases destacadas del episodio de hoy:

En la maternidad existe la tensión de la ocupación y la preocupación. Pero nada es más apropiado para la maternidad que pensar en que estamos llamadas, como dijo Cristo, a tomar nuestra cruz cada día, a morir al deseo de dormir un poco más, quizás arreglarnos y salir, hacer cosas que deseamos u ocuparnos de cosas que son buenas; pero no es el tiempo para esas cosas en este momento.
Dios nos dice que todo tiene su tiempo …

Frases destacadas del episodio de hoy:

En la maternidad existe la tensión de la ocupación y la preocupación. Pero nada es más apropiado para la maternidad que pensar en que estamos llamadas, como dijo Cristo, a tomar nuestra cruz cada día, a morir al deseo de dormir un poco más, quizás arreglarnos y salir, hacer cosas que deseamos u ocuparnos de cosas que son buenas; pero no es el tiempo para esas cosas en este momento.
Dios nos dice que todo tiene su tiempo debajo del sol. No aceptar esta verdad puede llevarnos a la preocupación, porque hay temporadas que la maternidad consume tanto de nosotras que sentimos que se irán nuestros mejores años sin que podamos hacer aquellos que queremos hacer.
Dios conoce nuestras preocupaciones y sabe que, como Marta, estamos afanadas y ocupadas con muchas cosas. Él nos invita a que podamos centrarnos en aquello que verdaderamente es importante, no en aquello que puede atraernos o distraernos.

Consuelos del Salmo 23

«El Señor es mi pastor, nada me faltará…» (v. 1).

Para Dios somos sus ovejas:
Él es todo para nosotras.
Él cuida de nosotras todo el tiempo.
Él ve nuestras cargas y nuestros anhelos.
Él provee para nosotras.
Él conoce nuestras altas y bajas.
Él puede ayudarnos como nadie puede hacerlo.
Él sabe lo que carga y necesita nuestra alma.
Cree, confía y ora por fe para creer esta enorme verdad, y ancla tu fe en ella.
Pídele al Señor que puedas descansar al saber que, cada día, cada cuidado que das a tus hijos, Dios lo ve y te ve.
Ora por fe para saber que todas tus necesidades están cubiertas por Él, porque tú eres Su posesión preciosa. Él se ha comprometido a cuidar de ti y de tu descendencia.
Puede que no tengas todo lo que deseas, pero siempre tendrás todo lo que realmente necesitas.
Nuestro Dios no desea oraciones complejas. Él se deleita en el alma necesitada de Su perdón; y que viene en humildad y confesión, con honestidad ante Él.

«En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce» (v. 2).

Solo Dios puede guiarte donde necesitas estar.
Sea cual sea la situación en la que estés, tu Pastor cuida de ti.
No busques pastos por ti misma, ni dejes que las luces de este mundo llenen tus ojos, ni que las ideas feministas que menosprecian tu trabajo en la crianza de tus hijos te desvíen del propósito eterno y hermoso del Señor.

«Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo» (v. 4).

Tu Pastor está a tu lado, y Él te guiará aun en tiempos muy oscuros.

«Tú preparas mesa delante de mí» (v. 5).

Tu Pastor está presente en todo lo que vives. Como una oveja de Su prado, mantente cerca de Él, porque Sus ovejas solamente oyen Su, y solo Su voz trae paz y calma al alma ansiosa.
La preocupación es ocuparte antes. Es como una mecedora que te entretiene, pero no te conduce a ningún lado. En cambio, ocúpate de lo que Dios tiene para ti cada día y que Él ha revelado en Su Palabra, por Su Espíritu, en las circunstancias en la que estás.
Céntrate en lo prioritario: en tus hijos y en pasar la verdad a la siguiente generación.
Vive por fe, y no por vista, sabiendo que estas verdades son para ti en este tiempo de la maternidad, y que puedas descansar en ellas, y sobre todo, pasarlas a tus hijos, siendo guiada por el Espíritu de Dios.
Sé como María y no como Marta, estar sentadas a los pies del Señor escuchando Su Palabra.

Pasajes bíblicos para ser alentada:

«El Señor tu Dios está en medio de ti, Guerrero victorioso; se gozará en ti con alegría, en Su amor guardará silencio, se regocijará por ti con cantos de júbilo». —Sofonías 3:17

«Por tanto, no se preocupen por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástenle a cada día sus propios problemas». —Mateo 6:34