
Mamá, que el enojo no te gobierne
El enojo es una de las luchas más comunes y profundamente arraigadas en el corazón humano. Pero en Cristo, hemos recibido un nuevo corazón para vivir en obediencia y reflejar Su justicia. Hoy queremos animarte a que examines tu propio corazón y le pidas al Señor que te muestre si hay en ti una raíz de enojo que no te permite crecer en dominio propio y ser una hacedora de la Palabra.
Frases destacadas del episodio de hoy:
- El enojo es uno de esos pecados con los que todos nacemos, así como el orgullo. La razón es porque la raíz de ambos es la independencia de Dios que busca que se haga lo que uno desea.
- Si Dios te hizo nacer de Su Palabra, así como creó los cielos y la tierra, te dio nueva vida al darte un nuevo corazón en Cristo Jesús. …
El enojo es una de las luchas más comunes y profundamente arraigadas en el corazón humano. Pero en Cristo, hemos recibido un nuevo corazón para vivir en obediencia y reflejar Su justicia. Hoy queremos animarte a que examines tu propio corazón y le pidas al Señor que te muestre si hay en ti una raíz de enojo que no te permite crecer en dominio propio y ser una hacedora de la Palabra.
Frases destacadas del episodio de hoy:
- El enojo es uno de esos pecados con los que todos nacemos, así como el orgullo. La razón es porque la raíz de ambos es la independencia de Dios que busca que se haga lo que uno desea.
- Si Dios te hizo nacer de Su Palabra, así como creó los cielos y la tierra, te dio nueva vida al darte un nuevo corazón en Cristo Jesús. Sé pronta para oír y tarda para hablar.
- Por nuestro enojo somos cegadas y nos justificamos fácilmente. De hecho, lo que estamos haciendo es juzgar los motivos de otros que nos están haciendo «enojar intencionalmente».
- Tú eres responsable de cómo actúas, no puedes excusar tu respuesta en las acciones de otros. Aunque las acciones de otros, especialmente el mal comportamiento de nuestros hijos, es difícil de sobrellevar en paz.
- Cada vez que entiendes más esta verdad, comprendes que son oportunidades para tomar acción sobre la obediencia de tus hijos o de conocer qué está pasando en sus corazones.
- Pablo dice que nos vistamos de Cristo porque es parte de nuestra santificación para que seamos hacedoras de la Palabra y no solo oidoras. Para escuchar al otro, sé lenta; para escuchar la Palabra, sé pronta, y para ponerla en práctica.
Diferencia entre enojo y justicia
- El enojo es un fruto de la carne, significa deseo, una pasión violenta, un castigo.
- La justicia significa equidad de carácter, algo que es justo y correcto, y que refleja el carácter de nuestro Dios.
- Una persona que ha sido justificada hace lo justo para Aquel que la justificó.
- El enojo no practica la obediencia a Dios, no hace lo que le agrada al Señor, por lo tanto, su resultado no honrará a Dios.
- El enojo no es un recurso al que deseamos acudir, es una pasión que necesitamos mortificar diariamente.
¿Cómo mortificamos el enojo diariamente?
- Lidia con el enojo: ¿qué es lo que te molesta? ¿El ruido, la necedad, que te interrumpan, que se quejen, que debes repetir las mismas instrucciones?
- Trae tu enojo al Señor y pídele perdón por responder en la carne o por ponerte en el centro. Pídele que te ayude a ejercer dominio propio, porque comprendes que el enojo no es el recurso que te ayudará a resolver la situación, ni a disciplinar a tus hijos de la manera que apunta al Señor.
- La raíz de tu enojo puede ser el orgullo, puede ser la comodidad, o puede ser que lo que tú llamas injusticia realmente no lo es. La verdadera justicia es todo lo que representa la rectitud de Dios.
- Todas las mañanas, pídele a Dios que te ayude a identificar el enojo en tu vida, en la forma en la que hablas y respondes. Examina las motivaciones de tu corazón, y aplica obediencia.
- Ten tiempos de reflexión durante el día, para pensar en este fruto y en cómo lo estás viviendo día con día.
- Si debes disciplinar, hazlo, pero con amor, buscando la edificación de su carácter.
- Pide ayuda a tu esposo, a otra hermana anciana y rinde cuentas. Pídele a alguien que te pregunte cuántas veces reaccionaste con enojo.
- El fruto del Espíritu Santo es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio. Él te mostrará lo que necesitas hacer y cuándo. ¡Él es fiel!
Pasajes bíblicos para ser alentada:
«En el ejercicio de Su voluntad, Él nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos las primicias de sus criaturas. Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas. Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos». —Santiago 1:18-22
«Y se vistan del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad». -Efesios 4:24
«…las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos…». —Gálatas 5:20
Recursos recomendados:
Serie, Lo que te hace enojar
Serie, La hermosura de la mansedumbre
Episodio, ¿Estás exasperando a tus hijos?
Episodio, No te irrites
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