Reportes de participaciones

Reporte de eventos virtuales

«En estos meses en los que varios países en Latinoamérica seguimos teniendo casos de COVID y restricciones para reunirnos como iglesia, hemos visto la fidelidad y gran poder de Dios al permitirnos servir a mujeres del Salvador, Ecuador y Chile, quienes han tomado ventaja de las reuniones vía Zoom las cuales han cobrado mayor popularidad y aceptación. Estas reuniones han sido un eficaz vehículo para escuchar testimonios de hermanas en estos países que nos testifican cómo el Señor ha usado ANC para  sostenerlas, para animarlas y equiparlas como líderes a seguir sirviendo a otras mujeres en su entorno y mucho más allá... –hasta donde las «redes» nos alcancen–, dijo alguna. ANC, con sus podcast y sus estudios disponibles, ha sido una herramienta que ha facilitado en este tiempo el llevar el mensaje de salvación y avivamiento a Su iglesia, en estas reuniones he sido testigo y ha sido de gran ánimo ver cómo el Señor usa este ministerio para que otras mujeres sean alentadas y equipadas para realizar la tarea que el Señor nos ha encomendado. Así nos lo ha mandado el Señor: «Te he puesto por luz para las naciones, a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra» Hechos 13:47. ¡Sigamos sirviendo al Señor con alegría siendo luz a las naciones!» Myrna Ortiz

«Hace unos meses fui invitada a dar un mensaje a las hermanas de la Iglesia La Trinidad, de Viña del Mar, Chile.

En esa ocasión se me dio la libertad de elegir el tema, y luego de orar por unos días el Señor puso en mi corazón dar un mensaje que motivara al avivamiento y a la importancia de estar ancladas, arraigadas, en Cristo y en Su palabra.

Justo unos días antes de la charla, viví la triste experiencia del fallecimiento de mi suegra, con lo cual mi exposición cobró un matiz diferente haciendo que mis sentimientos y palabras tomasen mayor fuerza en mí y por tanto en mi audiencia al ser yo testigo de que solo el Señor y Su palabra pueden traer consuelo y esperanza a nuestras vidas, siempre y en toda circunstancia. Eso fue una realidad en la vida de mi esposo y en su familia.

¡El tiempo del Señor es perfecto! Qué maravilloso fue dar testimonio de que aunque había aflicción en mí, en mi esposo y su familia, también estuvo presente esa paz que sobrepasa todo entendimiento (Fil. 4:7).»Carmen Espaillat