Carta de la directora
Para muchos en esta generación este ha sido un año sin precedentes. La pandemia del Covid–19 nos ha afectado a todas de alguna forma u otra. Además, hemos visto un mundo convulsionado y confundido; los fundamentos que sostenían la sociedad se desmoronan delante de nuestros ojos.
Nancy ha estado meditando mucho durante esta temporada en el Salmo 29; y es una verdad en la que hemos estado meditando como ministerio en estos tiempos turbulentos.
«El Señor se sentó como Rey durante el diluvio;
Sí, como Rey se sienta el Señor para siempre.
El Señor dará fuerza a Su pueblo;
El Señor bendecirá a Su pueblo con paz»
--Salmo 29:10-11 NBLA
No hay duda, estos tiempos han sido difíciles e inciertos. Pero hay una verdad por encima de todo esto: «¡El Señor Reina!». Todo puede ser sacudido; todo puede ser destruido pero Su reino y Su dominio es para siempre; …
Para muchos en esta generación este ha sido un año sin precedentes. La pandemia del Covid–19 nos ha afectado a todas de alguna forma u otra. Además, hemos visto un mundo convulsionado y confundido; los fundamentos que sostenían la sociedad se desmoronan delante de nuestros ojos.
Nancy ha estado meditando mucho durante esta temporada en el Salmo 29; y es una verdad en la que hemos estado meditando como ministerio en estos tiempos turbulentos.
«El Señor se sentó como Rey durante el diluvio;
Sí, como Rey se sienta el Señor para siempre.
El Señor dará fuerza a Su pueblo;
El Señor bendecirá a Su pueblo con paz»
--Salmo 29:10-11 NBLA
No hay duda, estos tiempos han sido difíciles e inciertos. Pero hay una verdad por encima de todo esto: «¡El Señor Reina!». Todo puede ser sacudido; todo puede ser destruido pero Su reino y Su dominio es para siempre; es inconmovible. Si eres su hija tu tienes parte en este reino eterno y este es tiempo de confiar, descansar, esperar y anticipar Su regreso.
«Por lo cual, puesto que recibimos un reino que es inconmovible,
demostremos gratitud, mediante la cual ofrezcamos a Dios
un servicio aceptable con temor y reverencia;
porque nuestro Dios es fuego consumidor»
-Hebreos 12:28
Nuestros corazones están llenos de gratitud por el privilegio de servirle y llevar el mensaje de libertad, plenitud y abundancia en Cristo a tantas mujeres alrededor del mundo. Estamos agradecidas por cada una de nuestras colaboradoras y servidoras que lo han hecho posible.
Oramos que Dios nos regale tiempos de refrigerio en estas fiestas cuando celebramos y recordamos que Emanuel está entre nosotros, y que podamos recibir confiadas un nuevo año cargado de Sus nuevas misericordias.
¡Dios te bendiga!
Laura González de Chávez
Directora de Aviva Nuestros Corazones