Los días siguientes a la desilusión

Por Joy Mclain

La entrega de flores, las parejas felices y los mensajes (románticos) de amor que permearon el día de los enamorados, quizás drenaron lo mejor de ti. Es probable que intentaras ignorarlo todo, pero hoy te sientes desilusionada y sola. Si estás en una crisis matrimonial o una época de soltería, ese día pudo haber puesto el signo de exclamación en tus batallas presentes: sentirse poco apreciada, no amada, sin esperanza de que nadie luche por ti, ni te afirme ni de recibir expresiones de ternura.

Se supone que se trata de amor, no de rechazo:

El dolor que enfrentas cada día parece más que suficiente como para que además se te recuerde el hecho de que todavía no tienes el esposo que esperabas. Si eres casada, quizás te sientes sola en tu fe, de manera que no puedes ni siquiera expresar o compartir tu amor por el Señor dentro de tu casa. Podría ocurrir que el mismo hombre que prometió amarte y honrarte te ha rechazado o abusado de ti.

Pero Dios entiende. Cuando pregonó a Moisés la descripción de Sí mismo en el Monte Sinaí, en Éxodo 34:6, nos dio una imagen del corazón de Dios hacia Sus hijos:

“Entonces pasó el SEÑOR por delante de él y proclamó: El SEÑOR, el SEÑOR, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad.”

La imagen de Dios en este pasaje es una de compasión, misericordia y gracia. Dios comprende, como nadie más, el desencanto de tu corazón. Él sabe que ese día fue difícil para ti; Él sabe que cada día puede convertirse en una lucha mientras navegas a través de esta temporada de quebrantamiento. Tú le importas, seas soltera o casada. Él ve, escucha y sabe lo que está sucediendo y la condición de los corazones en tus relaciones.

Él no es un Dios distante, lejano, que solo te observa, esperando ver cómo reaccionas. Él tiene intimidad contigo en medio de cada día de tu vida. Tal como declara el pasaje anterior, Él es abundante en misericordia. Su amor por ti es tan fuerte en los días que Le alabas como en los días en que se te hace difícil salir de la cama. No importa tu estado civil –soltera, casada, divorciada, viuda, separada –el amor de Dios por ti nunca cambia. Donde estás ahora, tal como eres, Él te ama perfectamente.

Él será fiel a tu corazón herido

Él no solo es abundante en Su misericordia, sino también en Su fidelidad para contigo. ¡Eso es importante! Hebreos 13:5 nos dice que Él nunca nos dejará, ni nos desamparará. Eso significa nunca, jamás –sin importar las circunstancias, ni cuán tan destrozada pueda parecer tu vida, ni qué tan desesperado pueda lucir tu matrimonio. Puedes esperar y confiar en el hecho de que no hay nada acerca de Dios que dependa de ti.

Pero, así como, en ocasiones, las realidades de este mundo caído se sentirán más profundamente, existe un remedio para cada una de tus lágrimas y de tus aflicciones. Cristo ha vencido al mundo, el pecado, la muerte, tu egoísmo, soledad, vidas rotas y matrimonios conflictivos. Llegará un día cuando el dolor de tu alma dejará de ser. Cuando te encuentres de lleno ante Su presencia, Él será fiel en sanarte por completo.

Tienes casi 365 días antes del próximo

¿No sería glorioso que el próximo Día de San Valentín no te encuentre en el mismo estado, aun cuando tus circunstancias no cambien?  ¿Qué tal si este año lo decidas a la búsqueda de lo único que puede cambiar cada aspecto de tu vida?

Amar a otros nos trae gozo. Sin embargo, en algún momento, la gente te desilusionará o pecará contra ti. Solo existe una relación donde no conocerás rechazo, temor ni pérdida –una relación con Cristo.

No solamente Él es compasivo, benevolente, y abundante en amor y fidelidad para contigo, sino que también fue Él quien te creó. Él conoce tus dones, talentos, pasiones, debilidades y fortalezas. Él comprende tu historia y tus angustias; Él te ofrece un futuro que nadie más puede ofrecer. Buscar intimidad con Cristo por encima de todo lo demás te dará la perspectiva correcta para tus circunstancias. Puede parecer difícil, pero, si se lo pides, Dios será fiel en dirigirte y darte discernimiento y sabiduría.

No te quedes aquí otra vez

Durante los meses siguientes habrá muchas oportunidades para desanimarte, sea porque tu matrimonio esté luchando o porque la relación que deseas, no ha llegado. Decide hoy que escogerás buscar al Señor y Sus caminos, confiando en que Él será fiel en sanar y restaurar (Si tu situación involucra un matrimonio donde hay abuso físico, no esperes un día más para buscar ayuda. Si tienes una necesidad y temor legítimo, díselo a alguien inmediatamente).

No importa lo horrible que te parezca el día de hoy, Dios tiene un propósito y un plan para ti. Él te llama a una intimidad siempre en aumento, que resultará en paz y descanso para tu alma agotada y herida. Toma tiempo para reflexionar y memorizar porciones de las Escrituras, como las que están a continuación, que hablen de la fidelidad constante de Dios:

Sal. 91:1-2: El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente. Diré yo al SEÑOR: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío.

Ro. 8:38-39: Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Sal. 73:23-24: Sin embargo, yo siempre estoy contigo; tú me has tomado de la mano derecha. Con tu consejo me guiarás, y después me recibirás en gloria.

2ª Co. 1:3-4: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.

Sal. 89:8: Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, ¿quién como tú, poderoso SEÑOR? Tu fidelidad también te rodea.

Convierte en una práctica diaria el considerar el amor de Dios que es perfecto y completo para ti, tal como eres. Pídele que te ayude a creer que la misma descripción de Sí mismo que le dio a Moisés también está dirigida a ti. Cada día, Tú eres Su amada, y eso es superior a cualquier Día de San Valentín creado por el hombre terrenal.

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