Dedica tu juventud al Señor - Parte 1

Temporada: Dedica tu juventud al Señor | Temas: Jóvenes

¿Cuáles son las mentiras que las jóvenes de hoy creen acerca del propósito de la vida y el uso de su tiempo?
¿Cuál es el resultado cuando una joven decide «vivir para sí misma»?
El evangelio nos llama a negarnos a nosotras mismas, ¿cómo eso puede ser una buena noticia?

Desde muy temprano en mi juventud, Dios puso en mí la convicción de que yo no soy de este mundo, yo pertenezco a otro reino y por ende mi vida se ve diferente a la de este mundo.
Una mentira con la que constantemente tengo que batallar es que mi identidad está en lo que hago y no en Cristo.
Si yo hubiese decidido vivir para mí, para mis deseos, para mi comodidad, para mis sueños o para los del mundo; no hubiese alcanzado el gozo que tengo hoy en Cristo.
El evangelio nos …

¿Cuáles son las mentiras que las jóvenes de hoy creen acerca del propósito de la vida y el uso de su tiempo?
¿Cuál es el resultado cuando una joven decide «vivir para sí misma»?
El evangelio nos llama a negarnos a nosotras mismas, ¿cómo eso puede ser una buena noticia?

Desde muy temprano en mi juventud, Dios puso en mí la convicción de que yo no soy de este mundo, yo pertenezco a otro reino y por ende mi vida se ve diferente a la de este mundo.
Una mentira con la que constantemente tengo que batallar es que mi identidad está en lo que hago y no en Cristo.
Si yo hubiese decidido vivir para mí, para mis deseos, para mi comodidad, para mis sueños o para los del mundo; no hubiese alcanzado el gozo que tengo hoy en Cristo.
El evangelio nos llama a negarnos a nosotras mismas.
Obedecer a Cristo trae el mayor gozo, un gozo que no es felicidad y comodidad, sino una satisfacción interna. Ese gozo que no es afectado por nada, sino que viene por la obediencia a Cristo.
Fuimos creadas para andar en buenas obras que Dios preparó de antemano, y esas buenas obras usualmente o siempre implican negarnos a nosotras mismas, tomar nuestra cruz y seguirle. ¡Esas son buenas noticias!
Negarnos a nosotras mismas no se verá igual para todo el mundo.
Cada día es una nueva oportunidad para venir al Señor a entregar nuestra vida como un sacrificio vivo.
Pregúntate, ¿qué tanto de mi vida es servirme a mí misma, o qué tanto de mi vida es un anhelo genuino de servir a Dios? Quizás puedas preguntarle al Señor cómo luce esto en tu vida.