
Día 183 | Proverbios 1 – 3
¡Empezamos el libro de Proverbios! Este es un libro tan enriquecedor, lleno de sabiduría y consejos. Salomón es el autor de la mayor parte de este libro y el tema central es la sabiduría derivada del temor a Dios.
Lo que aprendemos es que la sabiduría va mucho más allá del conocimiento, pues el conocimiento sin sabiduría se convierte en vanidad y necedad, mientras que la sabiduría toma decisiones basadas en el conocimiento y actúa de manera coherente con las decisiones tomadas. En resumen, la sabiduría es conocimiento aplicado en tu vida diaria.
Antes de comenzar, es importante resaltar que nosotras leemos este libro conociendo la historia completa, sabiendo que nuestro Salvador se hizo hombre y murió por nosotros y que vivió una vida perfecta en nuestro lugar. Y es por esa gracia que podemos caminar a la luz …
¡Empezamos el libro de Proverbios! Este es un libro tan enriquecedor, lleno de sabiduría y consejos. Salomón es el autor de la mayor parte de este libro y el tema central es la sabiduría derivada del temor a Dios.
Lo que aprendemos es que la sabiduría va mucho más allá del conocimiento, pues el conocimiento sin sabiduría se convierte en vanidad y necedad, mientras que la sabiduría toma decisiones basadas en el conocimiento y actúa de manera coherente con las decisiones tomadas. En resumen, la sabiduría es conocimiento aplicado en tu vida diaria.
Antes de comenzar, es importante resaltar que nosotras leemos este libro conociendo la historia completa, sabiendo que nuestro Salvador se hizo hombre y murió por nosotros y que vivió una vida perfecta en nuestro lugar. Y es por esa gracia que podemos caminar a la luz de este libro, porque la sabiduría en lugar de condecorarnos como grandes cristianas que andan correctamente externamente, nos hace más humildes por dentro, sabiendo que es Cristo quien nos presenta perfectas y aprobadas delante de Dios, por Su obra de vida, muerte y resurrección.
En este libro hay diferentes tipos de personas con las que podemos identificarnos, el necio y el sabio; el impío y el justo. Es un libro de consejos prácticos con verdades universales, pero también con normas de vida que no son precisamente promesas de Dios. Además, no todos los proverbios están conectados entre sí y muchos utilizan lenguaje metafórico utilizando figuras del contexto del Antiguo Testamento.
Este libro fue compuesto previo a la división del pueblo de Israel. Así que, tiene muchas ilustraciones que pueden ser mejor entendidas a la luz del Pentateuco y la Ley. Algo importante de tener en mente es que este libro no está desconectado del mensaje de salvación, muchos proverbios necesitan ser iluminados por otras partes de la Biblia que complementan y aclaran de mejor manera la enseñanza. De esta manera, evitamos aplicar inmediatamente.
En el primer capítulo, versículos 1 al 7, el autor nos enseña cuál es el propósito del libro. Basado en lo que el mismo Salomón dice es que leemos los Proverbios.
Si eres madre, el libro de Proverbios es uno de los mejores recursos que el Señor nos dejó en la Palabra para enseñarnos de manera práctica qué instruir a nuestros hijos; nos da material para aconsejarlos en cómo es sabio vivir y actuar en diferentes circunstancias que se nos presentan.
Entender la sabiduría de este libro:
- Convierte en sabio al simple.
- Advierte a los jóvenes de los peligros que va a encontrar en el camino.
- Los sabios reciben mayor sabiduría.
Pero para todas estas cosas lo más importante está en Proverbios 1, versículo siete:
«El temor del Señor es el principio de la sabiduría».
¡La sabiduría habla! Es decir que es una persona y nosotras sabemos quién es y la respuesta la encontramos en 1 Corintios 1:24 que dice:
«Sin embargo, para los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios».
¡Cristo es la sabiduría! Y esto debemos tenerlo presente durante toda la lectura, pues necesitamos saber que no es en nuestras propias fuerzas que podemos andar sabiamente, sino que necesitamos ser renovadas en nuestro hombre interior; porque Cristo cumplió la ley perfectamente, podemos obedecer y seguir Sus consejos para honrar a Dios.
«Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre». -Proverbios 1:8
Como padres quisiéramos que nuestros hijos entendieran este principio, pero no lo pueden hacer sin que Cristo habite en sus corazones. Por eso los usamos para enseñarles que no pueden cumplirlos para recibir, sino que deben estar en Cristo para caminar en esos consejos.
Queremos que nuestros hijos sean sabios al obedecernos pero ¿estamos instruyendo a nuestros hijos en la Palabra de Dios o en nuestro propio entendimiento? ¿Estamos nosotras en la Palabra siendo instruidas por Dios?
Meditemos en estas palabras durante el día y oremos al Señor para que nos dé la sabiduría que necesitamos cada día, que en Su Palabra podamos encontrar esos tesoros que Él ha dejado para que podamos andar en una vida sincera delante de Él, sabiendo que Él mismo nos ayudará y sustentará.
«Bienaventurado el hombre que halla sabiduría
Y el hombre que adquiere entendimiento.
Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,
Y sus utilidades mejor que el oro fino.
Es más preciosa que las joyas.
Y nada de lo que deseas se compara con ella». –Proverbios 3:13, 15
¿Qué figuras o ilustraciones se encuentran en los capítulos que llamaron tu atención?
Ahora identifica si son normas de vida que solo puedes vivir a través del poder del Espíritu Santo.
Déjanos tus comentarios sobre tu reflexión personal de la lectura de hoy. ¡Seamos animadas las unas con las otras!
«El temor del Señor es el principio de la sabiduría». -Proverbios 1:7
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