La maternidad es una ofrenda al Señor

Presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y aceptable a Dios no solo incluye toda nuestra vida, sino también nuestra maternidad. La maternidad requiere sacrificios en respuesta a lo que el Señor ha hecho, lo que te ha dado y lo que tienes en Él. ¿Estás viendo tu rol de madre como una carga o lo estás viendo como una hermosa oportunidad de sembrar el evangelio en las vidas de tus hijos? 

Frases destacadas del episodio de hoy:

• Nuestra maternidad no es solo algo que nos toca hacer, es una profesión y una vocación.
• La maternidad es digna de que estemos a tiempo en ella y sigamos creciendo para que el Señor nos ayude y nos encuentre. Él siempre nos está viendo, así que eso debe motivarnos a trabajar y obrar para Su gloria.
• Si le damos prioridad a nuestra maternidad, sufriremos nosotras mismas y nuestros hijos.
• Mientras somos madres, llevamos a cargo esta profesión y, al hacerlo, a pesar de los retos que la maternidad lleva, el hacerlo para la gloria de Dios es ya, de por sí, satisfactorio. 
• Nuestros hijos se benefician de que nosotras, como madres, estamos ejerciendo una influencia en sus vidas y en sus corazones. Pero cuando eso no pasa, ellos sufren nuestra ausencia espiritual.
• En estos tiempos, la maternidad no se trata como un rol sublime y maravilloso que Dios nos ha dado para ser eficientes en ella. No debemos perder de vista la grande y preciosa oportunidad que Dios nos ha dado en nuestros hijos.
• Nuestro nivel profesional de excelencia empieza en casa, con aquellos que viven bajo nuestro mismo techo. La forma en que damos prioridad a sus necesidades y las actitudes que cultivamos hacia ellos, dicen mucho de cómo definimos una vida que se ofrenda al Señor, por quien Él es. Tu maternidad no es acerca de ti, sino acerca del Señor.
• Quien nos ha hecho mamás es Dios, por lo tanto, nos debemos a Él, y de Él aprendemos, dependemos, y en Él confiamos para criar a nuestros hijos. La verdadera fortaleza reside en quién habita en nosotras.
• Recuerda que donde está el Señor es terreno sagrado porque es Su presencia lo que hace la diferencia. Dios no solo te ha llamado a la maternidad, sino que Él está caminando junto a ti; no solo crías a tus hijos porque te toca hacerlo, sino que los estás discipulando para la gloria de Dios con la esperanza de hacer discípulos para Cristo y colaborando con el avance del Reino a través de la obra que Él nos ha dejado para hacer en este mundo.

Pasajes bíblicos para ser alentada:

«Por tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es el culto racional de ustedes». —Romanos 12:1

«Cuando soy débil, entonces soy fuerte». —2 Corintios 12:10

Recursos recomendados:

Episodio, La belleza de la maternidad

Episodio, Maternidad: un llamado sacrificial

Episodio, La maternidad como un acto de adoración

Libro digital, Ama a tus hijos

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