Cada uno de nosotros puede señalar a alguien que hace que la vida sea complicada. Puede ser un compañero de trabajo, un miembro de tu familia, on inclusive tu esposo. A veces es facil dejar que las circunstancias controlen nuestros pensamientos, palabras y acciones. Cuando reaccionamos, en lugar de actuar...nos encontramos frustradas con nosotras mismas y con la situación.
¿Pero tiene que ser así? Una mujer de la Biblia nos muestra que hay una mejor manera. El camino de la sabiduría. El camino de la esperanza. El camino de Jesús.
Caminemos junto con Abigail mientras ella utiliza su influencia en la vida de dos hombres, con resultados diferentes. Verás cómo el poder del Espíritu Santo puede ayudarte a lidiar con personas difíciles... ¡sin llegar a ser una persona difícil tu misma!
