3 verdades y una mentira acerca de cada escuela

Imaginándome las lectoras de este blog defendiendo la verdad en los pasillos de sus escuelas me pone a pensar. . . una joven en una escuela grande, ¿Defiende la verdad de forma diferente a una joven en una pequeña escuela cristiana? ¿Haber sido educado en casa significa que no tienes que defender la verdad? ¿Qué hay de los que van a empezar la universidad? ¿Cómo luce defender la verdad entonces?

Las sorprendentes noticias que tú me compartiste.

Hace unos años, mientras Nancy DeMoss Wolgemuth y Dannah Gresh se preparaban para escribir “Mentiras que las jóvenes creen”, me enviaron en un tour alrededor de Estados Unidos para hablar con jovencitas como ustedes. Conocí muchas chicas de diferentes rincones que asistían a todo tipo de escuelas, y estuve sorprendida al darme cuenta que defender la verdad no es fácil en ninguna parte. En nuestras conversaciones ustedes han confirmado este descubrimiento. Vivir tu fe es un reto donde sea que aprendas.

No importa cuál sea la mascota de tu escuela o quién esté sentado al lado tuyo en clases, estas poderosas palabras aplican a todos:

«Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia.» (Ef. 6:14 LBLA).

Actualmente, en verdad no importa si vistes un uniforme de escuela privada o pública. No importa si tu maestro es tu mamá o un profesor de universidad. Sin importar donde pases tus días, Dios te ha llamado a defender su Verdad.

Con eso en mente, aquí hay tres verdades y una mentira de cada escuela.

Verdad #1: Cada escuela está llena de pecadores

Todos tenemos la tendencia de mirar a nuestro alrededor y pensar que los pecados de los demás son el problema (A esto le llamo el «síndrome de la viga en el ojo»). También acostumbramos a pensar que si no estuviéramos rodeados de tantos pecadores, defender la verdad será pan comido.

Pero el Evangelio nos recuerda que «todos pecaron» (Rom. 3:23). Tu escuela pública está llena de pecadores. Tu escuela cristiana está llena de pecadores. Tu escuela en casa está llena de pecadores. Ya que también eres pecadora, aunque solo seas una estudiante en tu escuela. . . está llena de pecadores. Eso significa que elegir defender la verdad quizás nunca llegue a ser la opinión más popular en tu escuela. Pero espero que de cualquier manera tomes la valiente decisión de hacerlo.

Verdad #2: Cada esquina tiene tentaciones

Porque toda escuela está llena de pecadores, cada esquina tiene tentaciones.

En Mateo 4 vemos a Jesús enfrentando tentación. Él no estaba en la escuela. Estaba solo en el desierto. Pensarías que este entorno lo mantendría aislado de la tentación, pero no fue así. Si Jesús fue tentado en un viaje solo por el desierto, puedes estar segura que de que vas a ser tentada a comprometer tu fe en los pasillos de tu escuela. En vez de ser cegada por la tentación, ¡prepárate!

Si quieres saber más acerca de enfrentar la tentación, entra a este post de nuestros archivos.

Verdad #3: Cada escuela es un campo de misiones

Como cristianos, todos somos asignados a servir a otros y compartir nuestra fe.

«Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; sólo que no uséis la libertad como pretexto para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. » (Gal. 5:13).

«Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,» (Mat. 28:19).

Servir a otros no es algo que Dios nos pide hacer «algún día». Más bien, es algo que Él nos llama a hacer todo el día, todos los días. Para compartir el Evangelio no tenemos que tomar un avión, Nosotros podemos compartir a Cristo con las personas con las que interactuamos diariamente.

¿Ves a tu escuela como tu campo misionero? ¿ A quién puedes servirle hoy? ¿Con quién puedes compartir a Cristo en la escuela?

Una mentira: Mi escuela es el problema.

Cuando defender la verdad nos hace temblar las rodillas, tendemos a señalar a otros. Miramos y pensamos, «Es tan difícil defender la verdad aquí. Mi escuela debe ser el problema». Pensamos que si el pasto podría ser un poco más verde y el defender la verdad podría ser más fácil si asistiéramos a una escuela diferente. A veces lo opuesto es verdad. Creemos que es responsabilidad de nuestra escuela que sea fácil defender la verdad, «¡Mi escuela es la solución!».

Este pensamiento nos es verdadero. Defender la verdad es difícil porque vivimos en un mundo caído, permeado por el pecado. No importa donde estudies, esto siempre será real.

Un rayo de luz

Si el hecho de defender la verdad se siente como una tormenta, aquí hay un rayo de luz:

«Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo.» (Ef. 6:11).

Dios nos a dado todo lo que necesitamos para mantenernos firmes. En cada situación, en cada escuela, no estamos solas. Dios va con nosotras y nos equipa para que valientemente vivamos nuestra fe en Él.

¿Qué mentiras has creído sobre ser una cristiana en tu escuela? ¿Qué puedes hacer para convertir tu escuela en un campo de misionero?

Ayúdanos a llegar a otras

Como ministerio nos esforzamos por hacer publicaciones de calidad que te ayuden a caminar con Cristo. Si hoy la autora te ha ayudado o motivado, ¿considerarías hacer una donación para apoyar nuestro blog de Joven Verdadera?

Donar $3

Sobre el autor

Erin Davis

Erin Davis

Erin Davis es una autora, bloguera y oradora a la que le encanta ver a mujeres de todas las edades correr hacia el pozo profundo de la Palabra de Dios. Es autora de muchos libros y estudios bíblicos, incluidos Beautiful … leer más …

¡Hey chicas! Nos encanta escuchar de ustedes, pero nos sentimos limitadas por las formas en que podemos ayudarlas.

Si buscas consejo te animamos a hablar primero con tu pastor o una mujer piadosa en tu vida, ya que ellos sabrán más detalles de ti y te darán seguimiento y ayuda.Lo publicado en la sección de comentarios no necesariamente refleja el punto de vista de Aviva Nuestros Corazones.

Nos reservamos el derecho de remover opiniones que puedan no ser de ayuda o inapropiadas. Puede ser que editemos o removamos tu comentario si: * Requiere o contiene información personal como emails, direcciones, teléfonos. *Ataca a otras lectoras. * Utiliza lenguaje vulgar o profano.


Únete a la conversación

Recursos relacionados