¿Alguna vez te has encontrado en una crisis de fe? En la que te preguntas por qué si vives de acuerdo a la voluntad de Dios y si obedeces Su Palabra las cosas no salen bien o recibes la bendición que “se supone” mereces. Exploremos juntas este tema mientras seguimos en nuestra recorrido por el libro de Proverbios.
“En la senda de la justicia está la vida, y en su camino no hay muerte.” (Prov. 12:28)
“Hay camino que al hombre le parece derecho, pero al final es camino de muerte. (Prov. 16:25)
“En el resplandor del rostro del rey hay vida, y su favor es como nube de lluvia tardía. La senda de los rectos es apartarse del mal; el que guarda su camino preserva su alma.” (Prov. 16:15,17)
Hay bendición en andar en sabiduría. Dios creó el mundo y sabe mejor cómo debe funcionar y nos da las instrucciones de como andar en Su mundo. Obviamente, si andamos como Él ha mandado, nos va ir bien (Deut. 4:40, Prov. 8:32).
Pero no siempre luce de esa manera. Muchos piensan que si simplemente siguen los proverbios al pie de la letra, tendrán una vida de bendición terrenal, o que todo le saldrá bien. Si bien es cierto que hay muchas bendiciones de andar en sabiduría, muchas veces, los justos sufren, los diligentes son pobres, los fieles son perseguidos, nuestros planes no se materializan.. y que entonces?
¿Salomón se equivocó cuando dijo que hay vida en el camino de justicia? No es así, vivimos en un mundo dañado por la caída. Como resultado del pecado, sufrimos y experimentamos dolor.
Pero si hay un sentido en que, ultimamente, esta promesa se cumplió.
Jesús le dijo*: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. (Juan 14:6)
Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él. (2 Cor. 5:21)
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. (R. 1:17)
“Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre.” (sal. 16:7-11)
El Camino de la vida es Cristo y en Cristo, ya no estamos tratando de ganarnos la vida a través de nuestras obras de justicia, sino que vivimos por fe en el que es la justicia de Dios y que nos ha hecho justos en Él.
Así que, andemos en obediencia con los ojos en la promesa de que nuestra vida hoy y nuestra vida eterna está segura porque estamos en Cristo y nuestra recompensa está en los cielos.
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