Día 230 | Jeremías 49 – 50
«En aquellos días y en aquel tiempo, declara el Señor, “se buscará la iniquidad de Israel, pero no habrá ninguna, y los pecados de Judá, pero no se hallarán porque perdonaré a los que Yo haya dejado como remanente”». -Jeremías 50:20
Hoy continuamos viendo las profecías contra las demás naciones: Amón, Edom, Damasco, Cedar, Hazor, Elam y Babilonia. Dios había determinado castigar a Su pueblo, pero las naciones que se levantaran como sus enemigos a la postre serían juzgadas.
Los amonitas y moabitas eran enemigos de los judíos, y eran descendientes de Lot. Los edomitas eran descendientes de Esaú, el hermano de Jacob, y también se habían levantado como enemigos del pueblo de Dios.
Todas estas naciones eran orgullosas, arrogantes, prepotentes, autosuficientes, indulgentes y confiadas en sí mismas, y Dios las juzgó. Se enorgullecían de su sabiduría y descansaban en sus fortalezas y en sus …
«En aquellos días y en aquel tiempo, declara el Señor, “se buscará la iniquidad de Israel, pero no habrá ninguna, y los pecados de Judá, pero no se hallarán porque perdonaré a los que Yo haya dejado como remanente”». -Jeremías 50:20
Hoy continuamos viendo las profecías contra las demás naciones: Amón, Edom, Damasco, Cedar, Hazor, Elam y Babilonia. Dios había determinado castigar a Su pueblo, pero las naciones que se levantaran como sus enemigos a la postre serían juzgadas.
Los amonitas y moabitas eran enemigos de los judíos, y eran descendientes de Lot. Los edomitas eran descendientes de Esaú, el hermano de Jacob, y también se habían levantado como enemigos del pueblo de Dios.
Todas estas naciones eran orgullosas, arrogantes, prepotentes, autosuficientes, indulgentes y confiadas en sí mismas, y Dios las juzgó. Se enorgullecían de su sabiduría y descansaban en sus fortalezas y en sus ídolos.
Las naciones que se habían levantado contra el pueblo de Dios y que se habían ensoberbecido contra Él serían destruidas y su orgullo aplastado. Babilonia y Edom han sido borradas de la faz de la tierra. De ellas hoy solamente queda el recuerdo.
Recuerda: nadie puede levantarse contra Dios y vencer. «¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!», dice Hebreos 10:31.
Babilonia en las Escrituras
Babilonia había sido el instrumento elegido por Dios para traer juicio y cumplir Sus propósitos, y se menciona 164 veces en el libro de Jeremías. En las Escrituras, Babilonia simboliza el sistema y las filosofías del mundo que se oponen a Dios (ver Génesis 11:1-9 y Apocalipsis 17 y 18).
De la misma forma que Dios mandó a los judíos a salir de allí y abandonar esos ídolos para regresar a Jerusalén, así debemos escapar de los lazos e ídolos del mundo y consagrarnos a Dios, como dice 2 Corintios 6:14-18:
«No estén unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?¿O qué armonía tiene Cristo con Belial? ¿O qué tiene en común un creyente con un incrédulo? ¿O qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios vivo, como Dios dijo: “Habitaré en ellos, y andaré entre ellos; y seré su Dios, y ellos serán Mi pueblo.Por tanto, salgan de en medio de ellos y apártense”, dice el Señor; “Y no toquen lo inmundo, y Yo los recibiré.Yo seré un padre para ustedes, y ustedes serán para Mí hijos e hijas”, dice el Señor Todopoderoso».
Dios es nuestro defensor. Él es quien hace justicia.
El pueblo de Israel había pecado desviándose de los caminos de Dios y era necesaria la disciplina de Dios. Dios orquesta que otras naciones se levanten como enemigos como instrumento de juicio, pero luego es el mismo Dios que les perdona y restaura.
«Mía es la venganza y la retribución; s su tiempo el pie de ellos resbalará, porque el día de su calamidad está cerca, ya se apresura lo que les está preparado», dice Deuteronomio 32:35. Y Romanos 12:19: «Amados, nunca tomen venganza ustedes mismos, sino den lugar a la ira de Dios, porque escrito está: “Mía es la venganza, Yo pagaré”, dice el Señor».
¿Estás sufriendo por el pecado de otros? Espera en Dios. Él es tu Defensor y Redentor. A Su tiempo, Él hará.
El Señor no castiga para siempre
Dios no abandonó a Su pueblo. Él promete perdonar y restaurar al remanente de los judíos, y llevarlos a una tierra fértil. Habían sido esparcidos como ovejas, devorados por las naciones enemigas, pero Dios los llevaría de regreso a su hogar y perdonaría a Su remanente.
- ¿Sientes que Dios te ha olvidado o abandonado? Eso es imposible si eres Su hija.
Anima tu corazón con estas promesas:
«No luchará con nosotros para siempre, ni para siempre guardará Su enojo». –Salmo 103:9
«Y después de que hayan sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que los llamó a Su gloria eterna en Cristo, Él mismo los perfeccionará, afirmará, fortalecerá, y establecerá». –1 Pedro 5:10
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