Día 197 | Isaías 1 – 4

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Hoy iniciamos el libro de Isaías, el libro profético más largo. En la cronología bíblica, es importante resaltar que las profecías de Isaías fueron dadas antes del exilio, antes de Nehemías y Esdras. Isaías fue unos de los profetas mayores que mayormente profetizó a la nación de Judá, pero su mensaje es una advertencia del Señor a todo Su pueblo.

En el capítulo 1, dice que este libro es sobre la visión que tuvo Isaías en los días de los reyes Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, es decir, Isaías profetizó por varias décadas y presenció una nación cuyo corazón estaba lejos de Dios. 

Isaías comienza su libro sin rodeos, y así como hizo él, permíteme ir directo al grano; sencillamente, la nación de Israel estaba en grandes problemas.

El capítulo 1 comienza con un llamado muy fuerte, en la que se describe detalladamente la rebelión de la nación, el pecado del pueblo. Dios les dice:

• Mi pueblo no tiene entendimiento.
• Han pecado.
• No conocen al Señor.
• Son una generación de malvados.
• Hijos corrompidos.
• Espiritualmente enfermos.
• Plagados de orgullo y de soberbia.
• Altivos.
• Sus corazones postrados a los ídolos.
• Completamente desviados.

¿Notaste estas descripciones? Si no lo hiciste, regresa, encuéntralas y subráyalas. 

Estas descripciones que Dios hace nos pintan un panorama muy desalentador en cuanto a la situación del pueblo. Cuando leímos en los libros de Reyes y Crónicas, si recuerdas, Uzías hizo lo recto ante los ojos del Señor y trajo mucha prosperidad al reino del sur o Judá, mas cuando era fuerte, los pasajes de 2 Reyes 15:3 y 2 Crónicas 26:16-19 nos relatan que intentó quemar incienso en el altar y Dios le juzgó con lepra. Luego, su hijo Jotám hizo lo recto ante el Señor, pero el pueblo siguió corrompiendose. Más adelante, cuando Acaz comenzó a reinar, introdujo un altar pagano en el templo de Salomón. Como ves, la nación iba de mal en peor y Dios promete venganza, juicio y humillación.

En Isaías verás mucho el nombre de: «Señor de los ejércitos, Adonai Sabaot». Este nombre guerrero de Dios se menciona alrededor de 250 veces en la Biblia. El Señor de los ejércitos es quien pelea y derrota a Sus enemigos y juzgará al impío. También verás mucho «en aquel día» o «en los postreros días», esto también hace referencia a juicio de parte del Señor. 

Juicio contra las hijas de Sión

Este corto pasaje habla de estas mujeres soberbias y orgullosas, quienes tienen el cuello erguido y usan muchas alhajas. Pero como Dios odia la soberbia, promete que les quitará todo accesorio, todo atavío, las dejará desnudas, las despojará de color y adorno, las dejará calvas y hediondas. ¿Qué te produjo leer esto? En lo personal, a mi me dio escalofríos leerlo.

Me llevó a meditar que muchas veces caminamos con cuellos erguidos que no vemos hacia abajo para considerar nuestro propio andar, o hacia los lados para considerar a nuestro prójimo, o hacia arriba para clamar a Dios en arrepentimiento. El orgullo nos endurece el cuello y, al parecer, mientras más orgullosas, más nos cubrimos y decoramos. En 1 Pedro 3:3, Dios nos invita a enfocarnos en nuestro adorno interno, en tener un espíritu afable y humilde, que es lo contrario a la descripción que Dios nos da de estas mujeres, y rectifica que Dios es el mismo en cuanto a cómo Sus hijas deben ser y caminar.

En conclusión, Dios no ignora el pecado, Él juzgará. Estas profecías son dadas a Israel porque estuvieron pecando y pecando sin recordar que tendrían consecuencias. Dios es justo y desde el principio se reveló como un Dios santo que había pactado con ellos por Su fidelidad y misericordia, no por algo bueno que ellos hubieran hecho. Ellos debían recordar la gracia de Dios en escogerlos, pero el pecado les hizo olvidar quién es Dios. Nosotras no somos diferentes, constantemente olvidamos quién es Dios y lo que ha hecho en Cristo sin merecerlo. ¿Cómo respondes a Su misericordia? ¿O la das por sentada?

Cuando leímos los últimos cuatro capítulos de Deuteronomio leímos de un Dios santo que demanda santidad de Su pueblo, porque si no, traería juicio. «Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y los sirves, Yo les declaro hoy que ciertamente perecerán», dice –Deuteronomio 30:17-18a. Dios estaba siendo justo al decirles todas estas cosas.

Hermana, que el Señor nos ayude a ser fieles a Él y que hoy recuerdes tu necesidad de voltear tu mirada al Cielo de donde viene tu ayuda, tu identidad y tu propósito; sobre todo, de recordar quién es Dios como la Roca firme en la que descansas y encuentras seguridad.

Oremos: 

Señor, eres justo y misericordioso. Tú te opones al orgulloso, pero das gracia al sencillo. Padre, despójame de mis máscaras, ayúdame a cultivar que mi atavío sea el interno. Ayúdame, Señor, a no ser como estas mujeres insensatas. Límpiame, dame sabiduría y guárdame en Tu presencia. Amén.

¿Quiénes son los personajes y qué temas llamaron tu atención?

¿Cómo se describe a Dios y al hombre?

¿Qué necesitas entregarle al Señor?

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«Será humillado el orgullo del hombre Y abatido el orgullo de los hombres. Solo el Señor será exaltado en aquel día Y los ídolos desaparecerán por completo». - Isaías 2:17-18

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